Sucederá que en los últimos días, dice Dios,
derramaré mi Espíritu sobre todo el género humano. Profetizarán sus hijos y sus
hijas, los jóvenes tendrán visiones y los ancianos tendrán sueños. En esos días
derramaré mi espíritu sobre mis siervos y mis siervas, y profetizarán. Haré
prodigios arriba en el cielo y señales abajo en la tierra: sangre, fuego y
nubes de humo.
Así sucedió, para que, por medio de Cristo
Jesús, la bendición prometida a Abraham llegara a las naciones, y para que por
la fe recibiéramos el Espíritu según la promesa.
Alégrense, hijos de Sión, regocíjense en el
Señor su Dios, que a su tiempo les dará las lluvias de otoño. Les enviará la
lluvia, la de otoño y la de primavera, como en tiempos pasados. Las eras se
llenarán de grano; los lagares rebosarán de vino nuevo y de aceite. Yo les compensaré a ustedes por los años en
que todo lo devoró ese gran ejército de langostas que envié contra ustedes: las
grandes, las pequeñas, las larvas y las orugas. Ustedes comerán en abundancia,
hasta saciarse, y alabarán el nombre del Señor su Dios, que hará maravillas por
ustedes. ¡Nunca más será avergonzado mi pueblo! Entonces sabrán que yo estoy en medio de
Israel, que yo soy el Señor su Dios, y no hay otro fuera de mí. ¡Nunca más será
avergonzado mi pueblo! Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo el género
humano. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán sueños los
ancianos y visiones los jóvenes.
Los defensores de la circuncisión que habían
llegado con Pedro se quedaron asombrados de que el don del Espíritu Santo se
hubiera derramado también sobre los gentiles.
Y tenía cuatro hijas solteras que
profetizaban.
A otros, poderes milagrosos; a otros,
profecía; a otros, el discernir espíritus; a otros, el hablar en diversas
lenguas; y a otros, el interpretar lenguas.
Porque "todo el que invoque el nombre del
Señor será salvo".
Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro
Consolador para que los acompañe siempre: el Espíritu de verdad, a quien el mundo no
puede aceptar porque no lo ve ni lo conoce. Pero ustedes sí lo conocen, porque
vive con ustedes y estará en ustedes.
DECLARACION
DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.
La
Escritura se ha cumplido en mí, la cual declara:
"En
los últimos días dice el Señor. Que derramará Su Espíritu sobre toda la
humanidad, y vuestros hijos e hijas profetizarán, vuestros jóvenes verán
visiones y vuestros ancianos soñarán sueños. Yo derramaré Mi Espíritu sobre los
hombres y las mujeres y todos profetizarán. Y haré prodigios arriba en los
cielos, y señales abajo en la tierra - sangre y fuego y vapor de humo. El sol
se oscurecerá y la luna será como la sangre, antes que venga el día grande y
glorioso del Señor. Y todos los que invocan el Nombre del Señor Jesús, serán
salvos "(Joel 2:28-32)
He
invocado el Nombre del Señor Jesús. Por lo tanto, sé que puedo declarar con
valentía y saber con certeza que soy salvo.
El
Espíritu Santo ha sido derramado sobre mí y mora dentro de mi propio espíritu. Esta
declaración profética de Dios se cumple hoy en mí.
Si no has recibido a Jesús tú Señor simplemente has la siguiente
oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti
en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre
del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor,
y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo»
(Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo
venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del
Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra.
Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre
los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como
lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.
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