Hechos 12:5-7; Salmo 106:29-31; 121:4-5; Filipenses 4:19; Mateo 6:19-33; Éxodo 23:20-23
Así que Pedro estaba
custodiado en la cárcel, pero la iglesia
hacía sin cesar oración a Dios por él. Cuando
Herodes lo iba a sacar, aquella misma
noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta
custodiaban la cárcel. Y se presentó un
ángel del Señor y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, lo despertó,
diciendo: "Levántate pronto".
Y las cadenas se le cayeron de las manos.
Provocaron la ira de Dios con sus obras y se desarrolló la mortandad
entre ellos. Entonces se levantó Finees e hizo juicio, y se detuvo la plaga. Y le fue contado por justicia de generación en generación y para siempre.
Por cierto, no se adormecerá ni
dormirá el que guarda a Israel. Jehová
es tu guardador, Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus
riquezas en gloria en Cristo Jesús.
No os hagáis tesoros en la tierra,
donde la polilla y el moho destruyen,
y donde ladrones entran y hurtan;
sino haceos tesoros en el cielo, donde
ni la polilla ni el moho destruyen, y
donde ladrones no entran ni hurtan, porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. La lámpara
del cuerpo es el ojo; así que,
si tu ojo es bueno, todo tu
cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que,
si la luz que hay en ti es tinieblas,
¿cuántas no serán las mismas tinieblas? Ninguno puede servir a dos
señores, porque odiará al uno y amará al
otro, o estimará al uno y menospreciará
al otro. No podéis servir a Dios y a las
riquezas. Por tanto os digo: No os angustiéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de
beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento y el
cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan,
ni recogen en graneros; y, sin embargo,
vuestro Padre celestial las alimenta.
¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros
podrá, por mucho que se angustie, añadir a su estatura un codo? Y por el
vestido, ¿por qué os angustiáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen:
no trabajan ni hilan; pero os digo que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de
ellos. Y si a la hierba del campo, que
hoy es y mañana se quema en el horno,
Dios la viste así, ¿no hará mucho
más por vosotros, hombres de poca fe? No
os angustiéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? porque los gentiles se
angustian por todas estas cosas, pero
vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas ellas.
Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Yo envío mi ángel delante de ti,
para que te guarde en el camino y te introduzca en el lugar que yo he
preparado. Compórtate delante de él y oye su voz; no le seas rebelde, porque él no perdonará vuestra rebelión, pues mi nombre está en él. Pero si en verdad
oyes su voz y haces todo lo que yo te diga,
seré enemigo de tus enemigos y afligiré a los que te aflijan. Mi ángel
irá delante de ti y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo,
del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir.
DECLARACION
DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.
Mi Padre Celestial conoce
cada una de mis circunstancias y Él es fiel en cumplir TODA Su Palabra, por lo
tanto debo escudriñar las Escrituras y así podre conocerlo. El Señor Jesús intercede por mí y también pone
en el corazón de otros hermanos para que oren por mí cuando la circunstancia se
vuelve sombría. No importa cuál sea mi situación
o cómo las cosas parezcan sin esperanza,
sin embargo yo sé que sé que Dios siempre está conmigo y no me abandonara ni me
desamparara. ¡Él envía a Su ángel en respuesta
a la oración ferviente y persistente, y cualquier cadena está a punto de desatarse, el Señor Jesús me ha librado!
Si no has recibido a Jesús tú Señor simplemente has la siguiente
oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti
en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre
del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor,
y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo»
(Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga
a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del
Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra.
Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre
los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como
lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.
Si tus has hecho esta oración escríbeme a la
siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv