lunes, 21 de noviembre de 2011

El Señor Jesús me dice levántate pronto.


Hechos 12:5-7; Salmo 106:29-31; 121:4-5; Filipenses 4:19; Mateo 6:19-33; Éxodo 23:20-23
Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel,  pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.  Cuando Herodes lo iba a sacar,  aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados,  sujeto con dos cadenas,  y los guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel.  Y se presentó un ángel del Señor y una luz resplandeció en la cárcel;  y tocando a Pedro en el costado,  lo despertó,  diciendo: "Levántate pronto".  Y las cadenas se le cayeron de las manos.

Provocaron la ira de Dios con sus obras y se desarrolló la mortandad entre ellos. Entonces se levantó Finees e hizo juicio,  y se detuvo la plaga.   Y le fue contado por justicia  de generación en generación y para siempre.

Por cierto,  no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.  Jehová es tu guardador, Jehová es tu sombra a tu mano derecha.

Mi Dios,  pues,  suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

No os hagáis tesoros en la tierra,  donde la polilla y el moho destruyen,  y donde ladrones entran  y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo,  donde ni la polilla ni el moho destruyen,  y donde ladrones no entran ni hurtan, porque donde esté vuestro tesoro,  allí estará también vuestro corazón. La lámpara del cuerpo  es el ojo;  así que,  si tu ojo es bueno,  todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno,  todo tu cuerpo estará en tinieblas.  Así que,  si la luz que hay en ti es tinieblas,  ¿cuántas no serán las mismas tinieblas? Ninguno puede servir a dos señores,  porque odiará al uno y amará al otro,  o estimará al uno y menospreciará al otro.  No podéis servir a Dios y a las riquezas. Por tanto os digo: No os angustiéis por vuestra vida,  qué habéis de comer o qué habéis de beber;  ni por vuestro cuerpo,  qué habéis de vestir.  ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido? Mirad las aves del cielo,  que no siembran,  ni siegan,  ni recogen en graneros;  y,  sin embargo,  vuestro Padre celestial las alimenta.  ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá,  por mucho que se angustie,  añadir a su estatura un codo? Y por el vestido,  ¿por qué os angustiáis?  Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo que ni aun Salomón  con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Y si a la hierba del campo,  que hoy es y mañana se quema en el horno,  Dios la viste así,  ¿no hará mucho más por vosotros,  hombres de poca fe? No os angustiéis,  pues,  diciendo: ¿Qué comeremos,  o qué beberemos,  o qué vestiremos? porque los gentiles se angustian por todas estas cosas,  pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas ellas.
Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia,  y todas estas cosas os serán añadidas.

Yo envío mi ángel delante de ti,  para que te guarde en el camino y te introduzca en el lugar que yo he preparado. Compórtate delante de él y oye su voz;  no le seas rebelde,  porque él no perdonará vuestra rebelión,  pues mi nombre está en él. Pero si en verdad oyes su voz y haces todo lo que yo te diga,  seré enemigo de tus enemigos y afligiré a los que te aflijan. Mi ángel irá delante de ti y te llevará a la tierra del amorreo,  del heteo,  del ferezeo,  del cananeo,  del heveo y del jebuseo,  a los cuales yo haré destruir.

DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.
Mi Padre Celestial conoce cada una de mis circunstancias y Él es fiel en cumplir TODA Su Palabra, por lo tanto debo escudriñar las Escrituras y así podre conocerlo.  El Señor Jesús intercede por mí y también pone en el corazón de otros hermanos para que oren por mí cuando la circunstancia se vuelve sombría.  No importa cuál sea mi situación  o cómo las cosas parezcan sin esperanza, sin embargo yo sé que sé que Dios siempre está conmigo y no me abandonara ni me desamparara.  ¡Él envía a Su ángel en respuesta a la oración ferviente y persistente, y cualquier cadena está  a punto de desatarse, el Señor Jesús me ha librado!

Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv