sábado, 23 de julio de 2011

He vuelto mis ojos a el Señor Jesús, Dios de mi salvación.



Miqueas 7:17; 1 Juan 5:14-15; Juan 14:13-14; Proverbios 24:16; 1Cronicas 4:9-10  

Más yo volveré mis ojos a Jehová, esperaré al Dios de mi salvación;  el Dios mío me oirá.  Tú,  enemiga mía,  no te alegres de mí,  porque aunque caí,  me levantaré;  aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz.  La ira de Jehová soportaré,  porque pequé contra él,  hasta que juzgue mi causa  y me haga justicia.  Él me sacará a la luz  y yo veré su justicia. Lo verá mi enemiga  y se cubrirá de vergüenza, la que me decía: "¿Dónde está Jehová,  tu Dios?"   Mis ojos se recrearán al verla, cuando sea pisoteada  como el lodo en las calles.  "Viene el día en que se edificarán tus muros;  aquel día se extenderán los límites.

Esta es la confianza que tenemos en él,  que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad,  él nos oye.  Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos,  sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.

Todo lo que pidáis al Padre en mi nombre,  lo haré,  para que el Padre sea glorificado en el Hijo.  Si algo pedís en mi nombre,  yo lo haré.

Porque aunque siete veces caiga el justo,  volverá a levantarse,  pero los malvados caerán en el mal.

Jabes  fue más ilustre que sus hermanos,  al cual su madre llamó Jabes,  diciendo:  "Por cuanto lo di a luz con dolor".  Invocó Jabes al Dios de Israel diciendo:  "Te ruego que me des tu bendición,  que ensanches mi territorio,  que tu mano esté conmigo y que me libres del mal,  para que no me dañe".  Y le otorgó Dios lo que pidió.



DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS

Espero con confianza la respuesta a mis plegarias.  Dios es mi Padre, mi Salvador, y mi amigo.  Tengo Su palabra infalible de que El me dará lo que he pedido, porque pido de acuerdo a Su Voluntad.   Advierto al enemigo que no se alegre de mí. Aunque caiga, me levantaré!  Incluso si me siento en la oscuridad, el Señor Jesús es mi luz!  He sido establecido en la justicia y liberado de toda culpa y condenación.  Jesús mismo se ha convertido en mi justicia. De hecho, soy la justicia de Dios en Jesús. Mi enemigo vera esto y se encogerá de vergüenza.  En cuanto a mí, el día de la construcción de los muros ha llegado. !Es hora de extender mis fronteras!


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.