sábado, 5 de febrero de 2011

El Espíritu Santo Esta Dentro De Mi Corazón

Espíritu Santo Esta Dentro De Mi Corazón
1 Samuel 16:13, 2Corintios 1:21-22
1 Samuel 16:16:
Samuel tomó el cuerno del aceite y lo ungió en medio de sus hermanos.  A partir de aquel día vino sobre David el espíritu de Jehová. Se levantó luego Samuel y regresó a Ramá.

2Corintios 1:21-22
Y Dios es el que nos confirma con vosotros en Cristo y el que nos ungió; es también quien nos ha sellado y ha puesto como garantía al Espíritu en nuestros corazones.
                                                    

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

 

Jesús me ha ungido y tengo al Espíritu Santo. Dios me ha empoderado para ser victorioso en cada situación que pueda enfrentar. Su Espíritu está dentro de mí, el poder que quita cargas, elimina yugos, y destruye todo poder del maligno. A partir de este día en adelante, independientemente de lo que veo, siento o pienso, reconozco que este poder está dentro de mí y voy a actuar de conformidad con la voluntad de Dios.


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.