jueves, 25 de agosto de 2011

Soy valiente, vigoroso y prudente porque el Señor Jesús está en mí.



1 Samuel 16:18; Efesios 5:28; Daniel 1:17, 20; Génesis 39:2-5; Josué 1:5-9; 1 Juan 3:24 

Entonces uno de los criados respondió: 
He visto a un hijo de Isaí de Belén que sabe tocar;  es valiente y vigoroso,  hombre de guerra,  prudente en sus palabras,  hermoso,  y Jehová está con él.

No os embriaguéis con vino,  en lo cual hay disolución;  antes bien sed llenos del Espíritu,

A estos cuatro muchachos,  Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias;  y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños.

En todo asunto de sabiduría e inteligencia que el rey los consultó,  los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino.

Pero Jehová estaba con José,  quien llegó a ser un hombre próspero,  y vivía en la casa del egipcio,  su amo.   Vio su amo que Jehová estaba con él,  que Jehová lo hacía prosperar en todas sus empresas.   Así halló José gracia a sus ojos,  y lo servía;  lo hizo mayordomo de su casa y entregó en su poder todo lo que tenía.  Desde el momento en que le dio el encargo de su casa y de todo lo que tenía,  Jehová bendijo la casa del egipcio a causa de José,  y la bendición de Jehová estaba sobre todo lo que tenía,  tanto en la casa como en el campo.

Nadie podrá hacerte frente en todos los días de tu vida: como estuve con Moisés,  estaré contigo;  no te dejaré ni te desampararé.  Esfuérzate y sé valiente,  porque tú repartirás a este pueblo como heredad la tierra que juré dar a sus padres.  Solamente esfuérzate y sé muy valiente,  cuidando de obrar conforme a toda la Ley que mi siervo Moisés te mandó;  no te apartes de ella ni a la derecha ni a la izquierda,  para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.  Nunca se apartará de tu boca este libro de la Ley,  sino que de día y de noche meditarás en él,  para que guardes y hagas conforme a todo lo que está escrito en él,  porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.  Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente;  no temas ni desmayes,  porque Jehová,  tu Dios,  estará contigo dondequiera que vayas".

El que guarda sus mandamientos permanece en Dios,  y Dios en él.  Y en esto sabemos que él permanece en nosotros,  por el Espíritu que nos ha dado.


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS

El Espíritu de Dios ha fijado Su residencia dentro de mí.  Él me ha capacitado para ser hábil en todo lo que emprendo.   Él me da una habilidad extraordinaria para llevar a cabo los deberes de mi profesión.  En un espíritu de excelencia que me hace destacar del resto del mundo.  Él me ha hecho valiente  e intrépido porque tengo Su Santo Espíritu.   El Señor Jesus me ha dado poder para expresarme clara y adecuadamente y hablar de una manera influyente e impresionante.  El Señor Jesús habita en mi corazón y se manifiesta a través de mí.


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.