viernes, 8 de abril de 2011

El Señor Jesús Me Ha Dado Su Palabra


Jeremías 15:19-21  DHH
Entonces el Señor me respondió: "Si regresas a mí, volveré a recibirte  y podrás servirme. Si evitas el hablar por hablar y dices solo cosas que valgan la pena, tú serás quien hable de mi parte. Son ellos quienes deben volverse a ti,  y no tú quien debe volverse a ellos.  Yo haré que seas para este pueblo como un muro de bronce, difícil de vencer. Te harán la guerra, pero no te vencerán, pues yo estoy contigo para salvarte y librarte. Yo, el Señor, doy mi palabra. Te libraré del poder de los malvados, ¡te salvaré del poder de los violentos!"


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

Mi posición ante Dios ha sido restaurada por el Señor Jesús, tengo Su favor. Le sirvo con todo mi corazón y hablo Su Palabra específica para alabarle, para resolver las circunstancias que me rodean y para darle gracias por lo bueno que Él es. Hablo Su Palabra con el propósito de llenar la tierra con Su gloria. Él me ha creado como un muro fortificado de bronce contra toda injusticia. Soy fuerte en el Señor Jesús y en el poder de Su fuerza y no puede ser superado por los ataques del enemigo. Dios está conmigo en todo momento y me ha dado Su Palabra y tengo Su protección, las manos de los malvados y las garras de la crueldad no me tocan.
Leer fonéticamente

Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.