viernes, 23 de marzo de 2012

Amo al Señor Jesús con todo mí ser.


Deuteronomio 6:5-13; 4:29, 8:6-18; Efesios 3:17; Marcos 4:13-20; Salmo 112:1-3; Romanos 5:1-2, 17; Filipenses 4:19

Y amarás a YAHWEH tu Elohim con todo tu corazón, con todo tu ser y con todos tus recursos. Estas palabras, las cuales te estoy ordenando hoy, estarán en tu corazón; y las enseñarás cuidadosamente a tus hijos. Hablarán de ellas cuando se sienten en su casa, cuando viajen en el camino, cuando se acuesten y cuando se levanten. Atenlas en su mano como señal, pónganlas alrededor de la frente con una banda, y escríbanlas en los marcos de las puertas de sus casas y en sus postes.  Cuando YAHWEH su Elohim los haya llevado a La Tierra que El juró a sus padres Abraham, Isaac y Jacobo que Él les daría ciudades grandes y prósperas, las cuales ustedes no edificaron;  casas llenas de todo tipo de cosas buenas, que ustedes no llenaron; cisternas de agua cavadas, que ustedes no cavaron; viñas y olivares, que ustedes no plantaron y que hayan comido hasta saciarse; entonces tengan cuidado de no olvidarse de YAHWEH su Elohim, quien los sacó de la tierra de Egipto,  donde vivían como esclavos. Tienen que temer a YAHWEH su Elohim, sírvanle y juren por Su Nombre.  


Sin embargo, desde allá ustedes buscarán a YAHWEH su Elohim; y lo encontrarán si lo buscan con todo su corazón y ser.

Así que obedezcan los mandamientos de YAHWEH su Elohim, viviendo como El dirige y temiéndole. Porque YAHWEH su Elohim los está trayendo a una buena tierra, una tierra con arroyos, fuentes, y agua que sube al pozo de las profundidades de valles y laderas de montañas. Es una tierra de trigo y cebada, viñas, árboles de higo y granadas; una tierra de aceite de oliva y miel; una tierra donde ustedes comerán en abundancia y no les faltará nada en ella; una tierra donde las piedras contienen hierro y las colinas pueden ser minadas por cobre. Así que comerán y estarán satisfechos, y bendecirán a YAHWEH su Elohim por La Tierra buena que Él les ha dado. Tengan cuidado de no olvidarse de YAHWEH su Elohim por no obedecer sus mandamientos, estatutos y juicios que yo les estoy ordenando hoy.  De lo contrario, después que hayan comido y estén satisfechos, edifiquen casas y vivan en ellas, y hayan multiplicado sus manadas, rebaños, plata, oro y todo lo demás que posean, ustedes se ensoberbezcan olvidando a YAHWEH su Elohim quien los sacó de la tierra de Egipto,  donde vivían como esclavos;  quien los guio por el vasto y temible desierto, con serpientes venenosas, escorpiones y suelo sediento y sin agua; quien sacó agua de la roca para ustedes;  quien los alimentó en el desierto con mana, desconocido a sus padres; todo el tiempo humillándolos y probándolos para hacerles el bien al final  pensarán para sí: Mi propio poder y fuerza de mi propia mano me han dado esta riqueza.  No, ustedes recordarán a YAHWEH su Elohim, porque es El quien les está dando el poder para adquirir riqueza, para confirmar su Pacto, el cual juró a sus padres, como está sucediendo hoy.

Para que por medio de la confianza de ustedes el Unción del Espíritu Santo habite en sus corazones. También oro que ustedes sean enraizados y cimentados en amor,

Entonces Jesús les dijo: ¿No entienden esta parábola? ¿Cómo tendrán capacidad para entender cualquier parábola? El sembrador siembra el mensaje.  Aquellos que están a un lado del camino, donde el mensaje es sembrado, son la gente que tan pronto oye, ha satán viene y les arrebata el mensaje sembrado en ellos.  Asimismo los que reciben la semilla en espacios rocosos, son los que oyen el mensaje alegremente y lo aceptan de inmediato; pero no tienen raíz en sí mismos, se mantienen firmes por un poco de tiempo, y cuando se levanta la tribulación, o la persecución por causa del mensaje, inmediatamente desmayan. Otros son los sembrados entre espinos; oyen el mensaje,  pero las preocupaciones del mundo, el esplendor engañador de las riquezas y todo tipo de deleites, estrujan y ahogan el mensaje; por lo tanto no produce nada. Pero aquellos sembrados en tierra rica, oyen el mensaje, lo aceptan y dan fruto; a treinta, a sesenta o a ciento por uno.

¡Halleluyah!   Bendecido es el hombre que teme a YAHWEH, grandemente se deleita en sus mandamientos. Su descendencia será poderosa en la tierra  una generación bendita de gente recta.  Gloria y riquezas habrá en su casa,  y su justicia permanece para siempre.

Así pues, ya que hemos sido considerados justificados por YAHWEH por nuestra confianza, continuemos teniendo paz con YAHWEH por medio de nuestro Señor Jesús el Ungido y su Unción.  También por medio de El y basado en nuestra confianza hemos obtenido acceso a esta misericordia en la cual estamos; así que, nos gloriamos de tener la experiencia en la Gloria de YAHWEH.

Todos los que son guiados por el Espíritu de YAHWEH, son hijos de YAHWEH.  Porque no recibieron espíritu de esclavitud para traerlos otra vez a tener temor; por el contrario ustedes recibieron el Espíritu Santo que nos hace hijos, y por el poder del cual gritamos: "¡Abba!"(Esto es: "¡Amado Padre!".) El Espíritu Santo mismo da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de YAHWEH;  y si somos hijos, entonces también somos herederos, herederos de YAHWEH y herederos conjuntos con el Mesías de Dios;  con tal que estemos sufriendo con El, de manera que también seamos glorificados con El.

Además, mi Elohim llenará todas sus necesidades de acuerdo a sus riquezas gloriosas en unión con el Jesús el Ungido de Dios.

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

Amo a mi Padre celestial con todo mi espíritu,  toda mi mente, y todas las fuerzas de mí ser. Su Palabra se ha implantado y arraigado profundamente en mi corazón y mi mente. Revela y agudizar la Palabra dentro de mí a través de mi espíritu,  mi mente y se manifiesta en todo mi ser. Hago vida los mandamientos, estatutos y precepto de mi Señor Jesús mi Dios. Y con diligencia se las enseño a mis hijos;  Puedo hablar de ellos cuando me siento en mi casa, en el camino y cuando me acuesto y cuando me levanto. Las  ato como una señal en mi mano, y como un adorno delante de mis ojos. Las escribo en el poste de la puerta de mi casa y en mis escucho en CD-run; porque son los  estos estatutos que Dios me da. Los recibo con abundancia y las multiplico en los que me oyen hablar Su Palabra (bendición de la Palabra de Dios). Por la promesa del Señor, me trajo en una vivienda próspera. A través de El, mi vida esta llena de Su presencia. Todo lo que tengo lo he recibido por Su gracia.  ¡Es el Señor quien me prospera y me añadido una herencia de las cosas. No me olvidaré de lo que Él ha hecho por mí.

Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme o esta Palabra te bendice favor de hacérmelo saber.

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