2 Crónicas 20:2-5; Filipenses 4:6-9; Efesios 1:3, 11, 17-23; Isaías 43:26; 55:11; Salmo; 56:1-11; Números 14:5-9
Esto se
le informó a Josafat: Viene un gran ejército contra ti desde Edom, desde el
otro lado del Mar Muerto y ya está en Jazezón Tamar, es decir en Engadi. Josafat
se llenó de temor y buscó la ayuda del Señor, así que proclamó ayuno en todo
Judá. También desde todo el territorio de Judá llegaron otros para pedir juntos
la ayuda del Señor. Josafat se puso de
pie frente al atrio nuevo del templo del Señor, ante la asamblea de Judá y
Jerusalén.
No se preocupen por nada, más bien pídanle al Señor lo que necesiten y
agradézcanle siempre. Verán que Dios les dará su paz, una paz tan grande que va
más allá de lo que podemos entender. La paz de Dios controlará todos sus
pensamientos y sentimientos porque están unidos a Cristo Jesús. En fin,
hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, noble, correcto, puro, hermoso y
admirable. También piensen en lo que tiene alguna virtud, en lo que es digno de
reconocimiento. Mantengan su mente ocupada en eso. Hagan todo lo que les
enseñé, todo lo que aprendieron al verme y oírme, y el Dios de paz estará con
ustedes.
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo que nos ha dado toda
clase de bendiciones espirituales en los cielos a través de Cristo.
Dios nos escogió por medio de Cristo para ser su pueblo, tal como ya lo
tenía planeado pues él actúa de manera que todo lo que suceda salga de acuerdo
con su voluntad.
Ruego que Dios, el Padre glorioso de nuestro Señor Jesucristo, les dé el
Espíritu, fuente de sabiduría, para que entiendan los secretos de Dios y
lleguen a conocerlo verdaderamente. Pido
que Dios los ilumine con entendimiento para que vean su verdad y sepan lo que
tiene preparado para sus escogidos. Entonces podrán participar de las ricas y
abundantes bendiciones que él ha prometido a su pueblo santo. Verán también lo
grande que es el poder que Dios da a los que creen en él. Es el mismo gran
poder con el que Dios resucitó a Cristo
de entre los muertos y le dio el derecho de sentarse a su lado en el cielo. Dios
ha puesto a Cristo por encima de cualquier autoridad, poder, gobierno o
dominio, tanto de este mundo como del que está por venir. Dios puso todo bajo
el mando de Cristo y lo escogió como máxima autoridad de todo para bien de la
iglesia. Cristo llena todo con su presencia, y en la iglesia se muestra todo lo
que él es.
Defiende tu causa contra mí, vamos juntos al tribunal. Presenta tu caso
y demuestra que tienes razón.
Así también pasa con mi mensaje, no volverá a mí vacío, sino que hará lo
que yo quiero y cumplirá bien el propósito para el que lo envío.
Dios mío, ten compasión de mí porque hay gente que me persigue. En todo
momento me ataca y oprime. Mis enemigos me atacan constantemente, son muchos
los que me atacan con arrogancia. Pero
cuando siento miedo, pongo toda mi confianza en ti. Confío en Dios y alabo su
palabra. Si tengo puesta mi confianza en él, ¿qué podrá hacerme el ser humano? Siempre están tergiversando mis palabras y
planeando hacerme daño. Se reúnen y me acechan, vigilan todos mis movimientos,
esperando la oportunidad de asesinarme. ¿Será que van a escapar de su propia
maldad? Dios mío, destruye con tu furia a esos pueblos. Tú has visto mi sufrimiento, has recogido mis
lágrimas ¿Acaso no tienes todo eso registrado en tu libro? Mis enemigos huirán
cuando yo pida tu ayuda. Yo sé que Dios está de mi parte. Alabo a Dios por su promesa, alabo al Señor
por la promesa que me hizo. Confío en
Dios, ¿qué puede hacerme el ser humano?
Moisés y Aarón se tiraron al suelo, rostro en tierra, en frente de toda
la comunidad de los israelitas. Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, dos
de los que exploraron la tierra, rasgaron su ropa en señal de tristeza y le dijeron a toda la comunidad: —La tierra
que exploramos es una tierra muy buena. Si el Señor está satisfecho con nosotros,
él nos llevará a esta tierra y nos la dará; es una tierra que rebosa de leche y
miel. Así que no se rebelen contra el Señor, y no le tengan miedo a la gente de
esa tierra porque los derrotaremos fácilmente. Ellos no tienen quien los
proteja, en cambio el Señor está con nosotros, así que no hay que tenerle miedo
a esa gente.
DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE
DIOS.
No me enfoco en los informes
de lo que esta ocurriendo a mí alrededor o en mi cuerpo porque son una realidad
pasajera. Porque todos los informes que contradicen la Palabra del Señor Jesús mi
Dios, son falsos y engañosos. Todo el poder creador de los cielos y la tierra,
en el Señor Jesús hoy están dentro de mí a través del Espíritu Santo, el mismo
que levanto a el Señor Jesús de los muertos, esta obrando dentro de mi. Él es
fiel a Su Palabra y lo que ha dicho me sucederá, y dará la victoria total sobre
dicho informe. Me debo enfocar en Su Palabra, meditar en ella y rendirme al
Padre del Señor Jesucristo porque Él puede y con El soy más que vencedor. Por lo tanto, no importa que tan grande sea la
mala fama del informe ya esta derrotado porque se ha levantado en contra de uno
de los hijos de Dios y Él dice que no hay arma forjada por hombre y esta
prospere. No hay nada que temer porque
el Señor Jesús esta dentro de mi. Reclamo en el nombre de Jesús mi herencia
como hijo de Dios que es Paz, gozo, sanidad, y prosperidad que ya me
pertenecen.
Si no has
recibido a Jesús tú Señor simplemente
has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre
Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que
invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que
Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos,
serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el
Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16;
Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en
otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu
Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste
de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo
Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.
Si tus has hecho esta oración escríbeme o esta Palabra
te bendice favor de hacérmelo saber.