sábado, 19 de mayo de 2012

El Señor Jesús es mi Sol de Justicia.


Malaquías 4:2-3; 2 Corintios 4:6; 5:21; Mateo 4:16; Efesios 5:14; Juan 3:3; Tito 3:5; Lucas 10:17-19; Salmo 91:13

 

Pero ustedes que temen a Mi Nombre, les nacerá el Sol de justicia,  con sanidad en sus alas; y  romperán en saltos, como becerros soltados de las amarras.  Ustedes pisotearán al perverso, serán ceniza debajo de las plantas de sus pies  en el día en que Yo designe,  dice YAHWEH-HaElyon  (El Señor Todopoderoso).

 

Porque Dios, que ordenó que la luz resplandeciera en las tinieblas,* hizo brillar su luz en nuestro corazón para que conociéramos la gloria de Dios que resplandece en el rostro de Cristo.

 

Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador,* para que en él recibiéramos* la justicia de Dios.

El pueblo que habitaba en la oscuridad ha visto una gran luz; sobre los que vivían en densas tinieblas ha resplandecido una luz.

Porque la luz es lo que hace que todo sea visible. Por eso se dice: "Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo."

 Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios respondió Jesús.

El nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo.

Cuando los setenta y dos regresaron, dijeron contentos: --Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.  Yo veía a Satanás caer del cielo como u n rayo,  respondió él.  Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño.

 Aplastarás al león y a la víbora; ¡hollarás fieras y serpientes!


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS

El Señor Jesús, mi Dios, mi sol de Justicia, me ha levantado Sus manos con sanidad, y libre de adversidades. Estoy seguro en el poder de su Nombre. He sido revivido, curado y renacido en Su Espíritu. Salgo saltando como becerros de la manada. Ahora soy un maestro en el Señor Jesús contra las fuerza de las tinieblas. Y hoy son nada más que cenizas debajo de mis pies.


Si no has recibido a  Jesús tú Señor, te invito a  hacer  la siguiente oración creyendo en tu corazón y Jesucristo será tu Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme o esta Palabra te bendice favor de hacérmelo saber.

Nota: Este blog esta todos los días en la misma dirección, búscalo y compártelo con tus amigos y familiares.