Lucas 10: 19-22; Mateo 28:18-20; Efesios 1:17-23; Salmo 8:4-6; Romanos 8:29; Hebreos 2:11; Juan 17:20-26; 1 Juan 1:3
Os doy potestad de pisotear serpientes y
escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo,
y nada os dañará. Pero no os regocijéis de que los espíritus se os
sujetan, sino regocijaos de que vuestros
nombres están escritos en los cielos. En aquella misma hora Jesús se
regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, Padre,
Señor del cielo y de la tierra,
porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos y las has
revelado a los niños. Sí,
Padre, porque así te agradó. Todas
las cosas me fueron entregadas por mi Padre;
y nadie conoce quién es el Hijo,
sino el Padre; ni quién es el
Padre, sino el Hijo y aquel a quien el
Hijo lo quiera revelar
Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo, y
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación
en el conocimiento de él; que él alumbre los ojos de vuestro
entendimiento, para que sepáis cuál es
la esperanza a que él os ha llamado,
cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos y cuál la
extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la acción de su fuerza poderosa. Esta fuerza operó en Cristo, resucitándolo de
los muertos y sentándolo a su derecha en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad, poder y señorío, y sobre todo nombre que se
nombra, no solo en este siglo, sino también en el venidero. Y sometió todas
las cosas debajo de sus pies, y lo dio
por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la
plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
Digo: ¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria, y el hijo del
hombre para que lo visites? Lo has hecho
poco menor que los ángeles y lo coronaste de gloria y de honra. Lo hiciste
señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies:
A los que antes conoció, también los predestinó para que fueran hechos conformes a la imagen
de su Hijo, para que él sea el
primogénito entre muchos hermanos.
Porque el que santifica y los que
son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos
hermanos. Pero no ruego solamente por
estos, sino también por los que han de
creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú,
Padre, en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Yo
les he dado la gloria que me diste, para
que sean uno, así como nosotros somos
uno. Yo en ellos y tú en mí, para que
sean perfectos en unidad, para que el
mundo conozca que tú me enviaste, y que
los has amado a ellos como también a mí me has amado. Padre,
aquellos que me has dado, quiero
que donde yo esté, también ellos estén
conmigo, para que vean mi gloria que me
has dado, pues me has amado desde antes
de la fundación del mundo. Padre
justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer tu nombre y lo daré a
conocer aún, para que el amor con que me
has amado esté en ellos y yo en ellos.
Lo que hemos visto y oído, eso os
anunciamos, para que también vosotros
tengáis comunión con nosotros; y nuestra
comunión verdaderamente es con el Padre y con su Hijo Jesucristo.
DECLARACION DE FE DE ACUERDO A
LA PALABRA DE DIOS.
Me regocijo porque mi nombre
ha sido inscrito en los cielos, mi Padre Celestial y el Señor Jesús me han
escogido y Su Palabra me ha sido dada para conocerles. El Señor Jesús también me ha dado autoridad
sobre toda fuerza del enemigo, me ha restaurado el dominio anterior y me ha
dado, junto con mis hermanos en Cristo Jesús, Su autoridad en Su nombre. El Señor Jesús me ha elegido para ser su hermano
menor y Él nos ha revelado al Padre Celestial para que yo pueda tener una relación
íntima con El. Mi caminar con mi Padre Celestial
es tan estrecha y significativa así como fue el caminar del Señor Jesús con el
Padre Celestial cuando Él estaba en esta tierra.
Si no has recibido a Jesús tú Señor simplemente has la siguiente
oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti
en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre
del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor,
y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo»
(Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo
venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del
Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra.
Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre
los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como
lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.
Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: enrique3ibarra.@live.com