viernes, 24 de diciembre de 2010

«¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!»

Lucas 1:68-65, 2:14 (RV1985)

«Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su pueblo, y nos levantó un poderoso Salvador en la casa de David, su siervo —como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio—, salvación de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odiaron, para hacer misericordia con nuestros padres y acordarse de su santo pacto, del juramento que hizo a Abraham, nuestro padre, que nos había de conceder que, librados de nuestros enemigos, sin temor lo serviríamos en santidad y en justicia delante de él todos nuestros días.
«¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!».

 DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.


Cada día doy gracias a mi Señor, mi Rey Jesús, porque Él me ha redimido y me ha librado del poder y de la autoridad de las tinieblas. Jesús es mi Salvador Todopoderoso y valiente. Todo lo que el Padre Celestial le prometió a mis antepasados (desde Adán hasta Abraham, y desde Abraham hasta Jesús) hoy se ha convertido en mi herencia. He sido salvado y librado del poder del enemigo y de los que me persiguen con odio. Mi Padre estableció su pacto conmigo y me muestra Su misericordia, compasión y amor - bondad en todo momento y en cualquier circunstancia. Todo lo que ha ordenado y dispuesto en su pacto, Él lo lleva a cabo cuando lo pido en Su Nombre. Ese pacto es sellado por el juramento dado al padre Abraham a manera que soy librado de la mano del enemigo, puedo servir a mi Padre celestial con valentía y confianza, y vivir en Su presencia en justicia y santidad y Su  Verdad todos los días de mi vida. Le doy toda la alabanza, el honor y la gloria a mi Señor Jesús todos los días.  Celebro con gozo Su venida a este mundo que estaba en tinieblas pero que ahora Él ha resplandecido en mi vida y en la de aquellos que creen en Él. Gracias al Padre Celestial por Su misericordia porque nos dio a Su Único Hijo.  Él está muy contento conmigo y me ha concedido Su Paz y abundancia de Su Gracia.  Feliz Navidad todos los días, Jesucristo vive en mi!!


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén