Proverbios 3:29-35; Mateo Romanos 12:17-21; Josué 24:15; Deuteronomio 28:1-2, 15-20; 30:19-20; Levíticos 19:18
No hagas planes contra tu semejante, que vive confiado
junto a ti. No te pelees con nadie, si no te ha hecho ningún mal. No envidies
al violento, ni elijas ninguno de sus caminos.
Porque el Señor detesta al perverso, pero es el mejor amigo del hombre
honesto. El Señor maldice el hogar del perverso, pero bendice el del justo. El
Señor se burla de los burlones, pero es bueno con los humildes. Los sabios son
dignos de respeto, pero los brutos sólo merecen deshonor.
No devuelvan mal por mal. Preocúpense por ganar el respeto de todos
haciendo el bien. Traten de hacer lo posible para vivir en paz con los demás. Queridos amigos, no traten de vengarse de
quien les haga algo malo, sino esperen a que Dios lo castigue, porque así está
en las Escrituras: Yo soy el que castiga, les daré el pago que merecen, dice el
Señor. En lugar de vengarse, haz esto: Si tu enemigo tiene hambre, dale comida.
Si tiene sed, dale algo de beber. De esa manera le harás sentir vergüenza. No
te dejes vencer por el mal, sino derrota el mal con el bien.
Si no desean servir al Señor, decidan hoy a quien servirán, ya sea a los
dioses a los que sus antepasados servían al otro lado del río Éufrates, o a los
dioses de los amorreos en cuya tierra viven. Pero yo y mi familia serviremos al
Señor.
Si obedeces completamente la voz del Señor tu Dios al seguir fielmente
todos sus mandamientos que te mando hoy, entonces el Señor tu Dios te hará la
nación más importante de todas. Gozarás de todas estas bendiciones si obedeces
la voz del Señor tu Dios
Pero si tú no obedeces al Señor tu Dios ni sigues fielmente todos sus
mandamientos y leyes que hoy te mando, entonces todas estas maldiciones vendrán
sobre ti: Serás maldito en la ciudad y serás maldito en el campo. Tu canasta y
tu tazón de amasar serán malditos. Tus hijos, tus cosechas, los terneros de tus
manadas y los corderos de tus rebaños serán malditos. Tú serás maldito en todo
tiempo y en toda actividad. El Señor te enviará maldición, confusión y
obstrucción en todo lo que intentes hacer. Al final serás destruido y
desaparecerás rápidamente debido a tus actos perversos en los que olvidas al
Señor.
Llamo hoy al cielo y a la tierra para que sean testigos: Yo te estoy
dando a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige
la vida para que tú y tus descendientes puedan vivir, amando al Señor tu Dios,
obedeciéndolo y estando cerca de él, porque al hacer esto tendrás vida y
permanecerás por mucho tiempo sobre la tierra que el Señor prometió darles
a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob
No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo
como a ti mismo. Yo soy el Señor.
DECLARACION DE FE DE ACUERDO A
LA PALABRA DE DIOS.
No voy a pensar en
hacerle daño a mi prójimo. Debido a mi unción del Espíritu Santo que el Señor Jesús
mi Dios ha depositado dentro y permanece habitado siempre en mí y disfrutar de Su paz con mi prójimo. Me esfuerzo
por mantener una buena armonía con los demás sin importar los reproches, no permito
que los supuestos en mi mente me muevan a tomar una mala actitud hacia alguien
que actuado en mi contra. No envidio o ni codicio nada de un opresor y no elijo
ninguno de sus caminos, porque se el
arrogante y el perverso son abominación de Dios. Por la sangre de mi Señor Jesucristo
he sido aprobado (justificado) ante el Padre Celestial y Él es mi amigo intimo
que siempre esta conmigo. El que no ha sido aprobado por mi Señor es Su enemigo
y hay maldición en el y en todo lo que hace y tiene. Estar en el Señor Jesús,
El trae bendición a mi vida y a mi casa y todo lo que hago, porque Él es mi guía
y si algo anda mal El me ensena que he hecho mal para corregirlo así salir
victorioso.
Si no has recibido a Jesús tú Señor simplemente has la siguiente
oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti
en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre
del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor,
y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo»
(Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo
venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del
Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra.
Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre
los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como
lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.
Si tus has hecho esta oración escríbeme o esta Palabra te bendice favor
de hacérmelo saber.
hosanna.enriqueibarra@gmail.com