miércoles, 20 de febrero de 2013

Oigo que me llama por mi nombre y reconozco la voz de mi Señor Jesús


Juan 10:1-5; 14:6; 16:13; 20:16; Isaías 43:1-2; Tito 3:5; 2Corintios 11:13-15

Ciertamente les aseguro que el que no entra por la puerta al redil de las ovejas, sino que trepa por otro lado, es un ladrón y un bandido. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El portero le abre la puerta, y las ovejas oyen su voz. Llama por nombre a las ovejas y las saca del redil.  Cuando ya ha sacado a todas las que son suyas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque reconocen su voz. Pero a un desconocido jamás lo siguen; más bien, huyen de él porque no reconocen voces extrañas.

Yo soy el camino, la verdad y la vida –le contestó Jesús—Nadie  llega al Padre sino por mí.

Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y les anunciará las cosas por venir.  

María le dijo Jesús. Ella se volvió y exclamó:¡Raboni! (que en arameo significa: Maestro).   

Pero ahora, así dice el Señor, el que te creó, Jacob, el que te formó, Israel: No temas, que yo te he redimido; te he llamado por tu nombre; tú eres mío.  Cuando cruces las aguas, yo estaré contigo; cuando cruces los ríos, no te cubrirán sus aguas; cuando camines por el fuego, no te quemarás ni te abrasarán las llamas.  

Él [el Señor Jesús] nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino  por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo.

Tales individuos son falsos apóstoles, obreros estafadores, que se disfrazan de apóstoles de Cristo.  Y no es de extrañar, ya que Satanás mismo se disfraza de ángel de luz.  Por eso no es de sorprenderse que sus servidores se disfracen de servidores de la justicia. Su fin corresponderá con lo que merecen sus acciones.


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

Entiendo perfectamente que sólo hay una manera de entrar en el redil de las ovejas del Señor Jesús. Sólo hay un camino a la presencia del Padre y en la familia de Dios. El Señor Jesús es el Camino. No es obras de justas, o de mi propio esfuerzo que me harán llegar allá. El Señor Jesús es el único Camino. Sólo Él es la puerta y el pastor de la grey a la que pertenezco. Oigo la voz de mi pastor, lo sigo con fidelidad, y hago todo lo que Él que me pide. Me llama por mi nombre y me lleva por el camino de la vida. Él camina delante de mí y yo lo sigo porque conozco Su voz. Nunca seguiré a un extraño (la voz de la mentira, y los falsos maestros).  No tengo intimidad con extraños y no reconozco esa  voz como verdadera, por lo tanto, rechazo su llamado de los engañadores.

Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: sejibarra@yahoo.es

Puedes ver otros blogs
·         La lectura de la Palabra de Dios en diferentes versiones.
·         La enseñanza de la semana