jueves, 10 de marzo de 2011

Jesús, Estoy Listo


Jesús Es La Paz De Mi Vida
Joel 3: 9, 10 VNI
Proclamen esto entre las naciones: ¡Prepárense para la batalla!   ¡Movilicen a los soldados!  ¡Alístense para el combate todos los hombres de guerra!  Forjen espadas con los azadones  y hagan lanzas con las hoces.  Que diga el cobarde: "¡Soy un valiente!"

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

A pesar que mi victoria ha sido sellada y la lucha por mi libertad se ha acabado, todavía existe una guerra espiritual y he determinado ganarla. Me preparo para la batalla diaria, me mantengo en un estado de vigilancia permanente. Cuando el enemigo levanta su fea cabeza, yo lo ataco sin piedad con La Palabra de Dios que es mi espada de doble filo. La declaro con fe ante cualquier circunstancia. No voy a permitir que las debilidades, errores, o locura de mi pasado me detengan. Me paro firme y creo que soy lo que Dios dice que soy: ¡Soy fuerte en el Señor Jesús y en el poder de Su fuerza!  ¡El enemigo está derrotado, mi Señor Jesús ya lo venció!


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.