jueves, 29 de septiembre de 2011

¡EL Señor Jesús siempre nos habla!


Amos 3:7; Génesis 18:17; Amos 7:1-6; Juan 15:15  

Porque no hará nada Jehová,  el Señor, sin revelar sus secretos sus siervos los profetas.  Si el león ruge,  ¿quién no temerá?   Si habla Jehová,  el Señor,   ¿quién no profetizará?

 Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer,

Esto me ha mostrado Jehová,  el Señor: Él criaba langostas  cuando comenzaba a crecer el heno tardío,  el heno tardío que viene después de las siegas del rey.   Y aconteció que cuando acabaron de comer la hierba de la tierra,  yo dije: Señor,  Jehová,  perdona ahora,  pero  ¿quién levantará a Jacob,  que es tan pequeño?"  Se arrepintió  Jehová de esto: No será,  dijo Jehová.  Jehová,  el Señor,  me mostró esto: Jehová,  el Señor,  llamaba al fuego para juzgar;  y el fuego consumió el gran abismo  y también una parte de la tierra.  Y dije: Señor,  Jehová,  cesa ahora;  pues  ¿quién levantará a Jacob,  que es tan pequeño?  Se arrepintió Jehová de esto: No será esto tampoco,  dijo Jehová,  el Señor.

Ya no os llamaré siervos,  porque el siervo no sabe lo que hace su señor;  pero os he llamado amigos,  porque todas las cosas que oí de mi Padre os las he dado a conocer.


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS


Mi Padre Celestial no hace nada en esta tierra que me pueda afectar, sin revelármelo primero.  No me deja en la oscuridad.  Sé lo que está pasando y lo que Dios quiere que haga para cumplir con mi parte en Su plan soberano.


Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan
3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv

miércoles, 28 de septiembre de 2011

La Justicia del Señor Jesús es mi Salvación


Isaías 48:13; Romanos 10:3-4; 2 Corintios 5:21

Haré que se acerque mi justicia;  no se alejará,  y mi salvación no se detendrá. 
 Pondré salvación en Sión  y mi gloria en Israel.

 Ignorando la justicia de Dios y procurando establecer la suya propia,  no se han sujetado a la justicia de Dios,  pues el fin de la Ley es Cristo,  para justicia a todo aquel que cree.

Al que no conoció pecado,  por nosotros lo hizo pecado,  para que nosotros seamos justicia de Dios en él.


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS


La justicia de Dios se ha convertido en la mía por medio del Señor Jesus.  Él me da libertad y me premia con el resplandor de Su gloria.


Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan
3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv

martes, 27 de septiembre de 2011

¡Para que Dios Padre sea glorificado por el Señor Jesús!


1 Pedro 4:7-11; 1 Tesalonicenses 5:6-9; Santiago 5:16; Proverbios 10:12;  Hebreos 13:1-2; Efesios 4:11-12, 29; Romanos 12:6-9; 1Corintios 10:31

El fin de todas las cosas se acerca;  sed,  pues,  sobrios y velad en oración.  Y ante todo,  tened entre vosotros ferviente amor,  porque el amor cubrirá multitud de pecados.  Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones.   Cada uno según el don que ha recibido,  minístrelo a los otros,  como buenos administradores  de la multiforme gracia de Dios.  Si alguno habla,  hable conforme a las palabras de Dios;  si alguno ministra,  ministre conforme al poder que Dios da,  para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo,  a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos.  Amén.

Por tanto,  no durmamos como los demás,  sino vigilemos y seamos sobrios,  pues los que duermen,  de noche duermen,  y los que se embriagan,  de noche se embriagan.  Pero nosotros,  que somos del día,  seamos sobrios,  habiéndonos vestido  con la coraza de la fe y del amor,  y con la esperanza de salvación como casco. Dios no nos ha puesto para ira,  sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,

Confesaos vuestras ofensas unos a otros y orad unos por otros,  para que seáis sanados.  La oración eficaz del justo puede mucho.

El odio despierta rencillas,  pero el amor cubre todas las faltas.

Permanezca el amor fraternal.  No os olvidéis de la hospitalidad,  porque por ella algunos,  sin saberlo,  hospedaron ángeles.

Y él mismo constituyó a unos,  apóstoles;  a otros,  profetas;  a otros,  evangelistas;  a otros,  pastores y maestros,  a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio,  para la edificación del cuerpo de Cristo,

Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca,  sino la que sea buena para la necesaria edificación,  a fin de dar gracia a los oyentes.

Tenemos,  pues,  diferentes dones,  según la gracia que nos es dada:  el que tiene el don de profecía, úselo conforme a la medida de la fe;  el de servicio,  en servir;  el que enseña,  en la enseñanza;   el que exhorta,  en la exhortación;  el que reparte,  con generosidad;  el que preside,  con solicitud;  el que hace misericordia,  con alegría. El amor sea sin fingimiento.  Aborreced lo malo y seguid lo bueno.


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS

Me mantengo con una mente clara, sobrio, y dominio propio para poder orar y obtener tremendos resultados.  Por encima de todo amo a mi prójimo, mi familia con todo mi corazón y mi amor cubre multitud de pecados.  Soy hospitalario con los demás sin quejarme.  Uso los dones que Dios me ha dado para servir a los demás, y fielmente administro la gracia de Dios en sus múltiples formas.  Cuando hablo, lo hago con las palabras de Dios, y cuando sirvo,  lo hago con toda la fuerza y la habilidad que Dios me ha dado.  En estas cosas,  el Señor Jesús recibe gloria.  A Él sea la gloria y el poder para siempre!


Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan
3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv