lunes, 11 de abril de 2011

El Señor Jesús Viene Pronto.


1 Tesalonicenses 4 15-18; 5:1 NVI
  • ·         Conforme a lo dicho por el Señor,  afirmamos que nosotros,  los que estemos vivos y hayamos quedado hasta la venida del Señor,  de ninguna manera nos adelantaremos a los que hayan muerto. El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando,  con voz de arcángel y con trompeta de Dios,  y los muertos en Cristo resucitarán primero.  Luego los que estemos vivos,  los que hayamos quedado,  seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire.  Y así estaremos con el Señor para siempre. Por lo tanto,  anímense unos a otros con estas palabras.
  • ·         Ahora bien,  hermanos,  ustedes no necesitan que se les escriba acerca de tiempos y fechas…


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

Espero con alegría, con gran expectativa, el gran día del regreso de mi  Señor Jesús. Para mí no es un momento de temor, como lo es para el mundo, sino que es un tiempo de alegría y emoción. El Señor Jesús descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y trompeta de Dios, y los que ya murieron resucitarán primero, luego nosotros los que estemos vivos, seremos arrebatados juntamente con ellos para recibir al Señor Jesús en el aire. Y así comenzará mi eternidad junto con el Señor Jesús y con todos los santos, en Su presencia para siempre. ¡Qué fiesta va ser ese gran día! Cada vez que hablo del Rapto de la Iglesia, es con una actitud de aliento y nunca de temor.  No me preocupo por el día ni la hora del rapto, sé que Él viene pronto y estoy listo para ir al encuentro de mi Señor Jesús.
Leer fonéticamente

Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.