viernes, 8 de febrero de 2013

Pertenezco al pueblo de Dios y el Señor Jesús es mi Dios


Ezequiel 37:24-27; Romanos 10:8-10; Deuteronomio 28:1; Salmo 91; 103:17; Hebreos 8:6; Isaías 55:3; Romanos 5:1-2; 1 Juan 4:4; 2 Corintios 9:5-11

 Mi siervo David será su rey, y todos tendrán un solo pastor. Caminarán según mis leyes, y cumplirán mis preceptos y los pondrán en práctica. Habitarán en la tierra que le di a mi siervo Jacob, donde vivieron sus antepasados. Ellos, sus hijos y sus nietos vivirán allí para siempre, y mi siervo David será su príncipe eterno.  Y haré con ellos un pacto de paz. Será un pacto eterno. Haré que se multipliquen, y para siempre colocaré mi santuario en medio de ellos.  Habitaré entre ellos, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.

¿Qué afirma entonces? "Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón." Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo.

Si realmente escuchas al Señor tu Dios, y cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el Señor tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra.

 El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso.  Yo le digo al Señor: "Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío."   Sólo él puede librarte de las trampas del cazador y de mortíferas plagas,  pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte!  No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día,  ni la peste que acecha en las sombras ni la plaga que destruye a mediodía.   Podrán caer mil a tu izquierda, y diez mil a tu derecha, pero a ti no te afectará.  No tendrás más que abrir bien los ojos, para ver a los impíos recibir su merecido.  Ya que has puesto al Señor por tu  refugio, al Altísimo por tu protección,  ningún mal habrá de sobrevenirte, ninguna calamidad llegará a tu hogar.  Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos.  Con sus propias manos te levantarán para que no tropieces con piedra alguna.  Aplastarás al león y a la víbora; ¡hollarás fieras y serpientes!  "Yo lo libraré, porque él se acoge a mí; lo protegeré, porque reconoce mi nombre.  Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores.  Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación."

Pero el amor del Señor es eterno y siempre está con los que le temen;  su justicia está con los hijos de sus hijos.

Pero el servicio sacerdotal que Jesús ha recibido es superior al de ellos, así como el pacto del cual es mediador es superior al antiguo,  puesto que se basa en mejores promesas.

Presten atención y vengan a mí, escúchenme y vivirán. Haré con ustedes un pacto eterno, conforme a mi constante amor por David.

En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.  También por medio de él, y mediante la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual nos mantenemos firmes. Así que nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios.

Ustedes, queridos hijos, son de Dios y han vencido a esos falsos profetas, porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo.

Así que me pareció necesario rogar a estos hermanos que se adelantaran a visitarlos y completaran los preparativos para esa generosa colecta que ustedes habían prometido. Entonces estará lista como una ofrenda generosa, y no como una tacañería.  Recuerden esto: El que siembra escasamente, escasamente cosechará, y el que siembra en abundancia, en abundancia cosechará.  Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría.  Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, de manera que siempre, en toda circunstancia, tengan todo lo necesario, y toda buena obra abunde en ustedes.  Como está escrito: "Esparció y dio a los pobres; su justicia permanece para siempre."  El que le suple semilla al que siembra también le suplirá pan para que coma, aumentará los cultivos y hará que ustedes produzcan una abundante cosecha de justicia.  Ustedes serán enriquecidos en todo sentido para que en toda ocasión puedan ser generosos, y para que por medio de nosotros la generosidad de ustedes resulte en acciones de gracias a Dios.

 

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

Jesús es el Señor de mi vida.  Camino de acuerdo al ejemplo que el Señor Jesús como está escrito en la Palabra de Dios y vivo mi vida conforme a Su Palabra.  Él me mantiene seguro en todos mis caminos y proclamo Su señorío sobre mis hijos, mis nietos y hasta mil generaciones.  En el Señor Jesús tengo un nuevo pacto de paz con mi Padre celestial.  Él me establece en una relación firme e inconmovible la cual hace que las leyes del incremento y desbordamiento fluyan a través y alrededor de mí.  El Espíritu Santo ha fijado Su residencia dentro de mí y hace que obtenga la victoria en cada situación.  No hay mejor definición de seguridad que vivir en Jesucristo. Amén. !Aleluya!

Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv

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