miércoles, 5 de enero de 2011

Venid A Mi dice Jesús

Mateo 11: 26-30 (RV95)
Sí, Padre, porque así te agradó.
Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga.

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.


He nacido de nuevo en Jesús para conocer plenamente y entender la Palabra de Dios.  Jesús, mi Señor y mi hermano mayor, me ha dado una revelación completa de nuestro Padre Celestial. Echo toda mi carga sobre Jesús.  Él ha quitado todas las cargas pesadas de mi vida. Ahora las cargas están sobre los hombros de Jesús y yo soy libre. Todo lo que me agobiaba está ahora en sus manos. He puesto Su yugo sobre mí y lo he hecho el centro de toda mi vida y aprendo de Él en Su Palabra. En Jesús encuentro consuelo,  descanso,  refrigerio para mi alma. El yugo que me ha dado es fácil de soportar. Él es la vida para mí y me la ha dado en abundancia.

Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén