lunes, 28 de febrero de 2011

Obtengo Sabiduría y Conocimiento Cuando Temo A Dios


Proverbios 9:10-12 RV95
El temor de Jehová es el principio de la sabiduría;  el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.
Porque por mí se aumentarán tus días,  años de vida se te añadirán.
Si eres sabio,  para ti lo eres;  si eres escarnecedor,  solo tú lo pagarás.


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.


Conozco al Señor a quien sirvo. Conozco la inmensidad de su poder y gloria, y sé que sin Él no soy de gran importancia.  Tengo un gran respeto por mi Padre Celestial que es inconmensurable. Tiemblo ante la idea de su grandeza y lo honro con cada fibra de mi ser. ¡Qué alegría es saber que Él es mi Padre! No estoy solo, Él está conmigo y mora dentro de mi a través de Su Santo Espíritu!  Jesús me ama y todo lo bueno proviene de Él.  He adquirido entendimiento a través de Su Palabra,  y esto ha añadido muchos años a mi vida; me ha dado un gran  gozo,  salud,  y prosperidad en todas las áreas de mi ser para disfrutar y ser de bendición a mi prójimo. Es un placer servir a mi Padre Celestial!


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

domingo, 27 de febrero de 2011

Vengo A Jesús Y Me Pongo A Cuentas


Isaías 1:16-19 RV95
Lavaos y limpiaos, quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos, dejad de hacer lo malo, aprended a hacer el bien, buscad el derecho, socorred al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda. Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Si queréis y escucháis, comeréis de lo mejor de la tierra


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.


Estoy limpio por la sangre de Jesús y he dejado de lado la práctica del pecado en mi vida. Hago lo que es correcto ante los ojos de Dios. Busco la justicia, socorro a los oprimidos, defiendo la causa del huérfano  y de la viuda. A pesar que mis pecados eran de color rojo como el carmesí, ahora son blancos como la nieve, aunque tiñeron de forma indeleble mi naturaleza, ahora he sido limpiado, renovado y Jesús me ha hecho justo.  Estoy dispuesto a obedecer todo lo que la Palabra de Dios me mande y obedezco  todos los preceptos de Dios.  Por lo tanto, tengo garantizada una cosecha de abundancia con lo mejor de la tierra.  Espero lo mejor de Dios en mi vida.


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

sábado, 26 de febrero de 2011

Todo Lo Pido Al Padre Celestial En El Nombre De Jesús


Mateo 7:7-12
"Pedid,  y se os dará; buscad,  y hallaréis;  llamad,  y se os abrirá, porque todo aquel que pide,  recibe;  y el que busca,  halla; y al que llama,  se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros,  que si su hijo le pide pan,  le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado,  le dará una serpiente?  Pues si vosotros,  siendo malos,  sabéis dar buenas cosas a vuestros hijos,  ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? Así que todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros,  así también haced vosotros con ellos,  pues esto es la Ley y los Profetas.


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

Pido y creo que recibo lo que he pedido a mi Padre Celestial. Voy a buscar y encuentro en Su Palabra lo que estoy buscando. Voy a llamar y la puerta se abre. Sé con toda certeza que cuando pido de acuerdo a Su voluntad voy a recibir; que cuando busque en Su Palabra encontraré; y que cuando llame a la puerta que es Jesús, se abrirá y yo entraré.  Mi Padre Celestial me ama y siempre es bueno conmigo. Si le pido una hogaza de pan, Él no me ofrece una piedra; si le pido un pescado, Él no me da una serpiente. Por el contrario, Él está más que dispuesto a darme lo que pida en el nombre de Jesús y con fe en Su Palabra.  Jesús puede ver mi corazón y Él sabe que mi confianza está puesta en Él, por lo tanto, si Jesús lo promete en Su Palabra, yo lo puedo creer, lo puedo recibir, y lo puedo tener.  Su Palabra no cambia sino que permanece para siempre y se hace verdad en mi vida y puedo demostrarlo a mi prójimo!!


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

viernes, 25 de febrero de 2011

Me Presento Ante Señor Jesús


Romanos 12:1-3(RV95)
Por lo tanto, hermanos,  os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo,  agradable a Dios,  que es vuestro verdadero culto.  No os conforméis a este mundo,  sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento,  para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios,  agradable y perfecta. Digo,  pues,  por la gracia que me es dada,  a cada cual que está entre vosotros,  que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener,  sino que piense de sí con cordura,  conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

Por la misericordia de Dios hacia mi, dedico mi cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Esta es mi adoración espiritual.  Seguiré el camino que me muestre el Espíritu Santo.  No me ajusto a los caminos del mundo,  sino que soy transformado mediante la renovación de mi mente con la Palabra de Dios y así podré conocer la buena voluntad, agradable y perfecta de Dios. Vivo por la gracia de Dios.  No me considero más de lo que debo, porque sé que por mí mismo nada soy.  Más bien pienso de mí con buen juicio.  Sé que mi valor ante los ojos de Dios es inestimable, y que Él me ha dado la medida de fe para esta vida. Sin embargo, no olvido que todo lo que tengo, todo lo que soy, es porque el Señor Jesús me lo ha dado.  Dependo total y completamente de mi Señor Jesús, y esto me da sumo gozo.


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén