sábado, 12 de mayo de 2012

Bendito el justificado por el Señor Jesús


Salmo 112:1-9; 1:1-3; 102:28; Proverbios 1:33; 3:16, 24; 8:18; 10:7 ; Génesis 12:1-3; 13:2; Mateo 5:14-16; 2 Timoteo 1:7; Números 14:8; Hebreos 13:9; Isaías 12:2

¡Halleluyah!   Bendecido es el hombre que teme a YAHWEH,  grandemente se deleita en sus mandamientos  Su zera será poderosa en la tierra, una generación bendita de gente recta.   Gloria y riquezas habrá en su casa,  y su justicia permanece para siempre.  Para los rectos El resplandece como una luz en la oscuridad, misericordioso, compasivo y justo.  El buen hombre es aquél que es misericordioso y presta,   el que conduce sus asuntos con equidad;  porque él nunca será movido.  Los justos serán recordados para siempre.  No será movido para siempre; נ  su corazón está firme, confiando en YAHWEH.  Su corazón está firme, no tendrá temor,  hasta que vea su deseo sobre sus enemigos.  El distribuye libremente, da al pobre;  su justicia permanece para siempre, su cuerno será exaltado con honor. Los pecadores estarán indignados cuando vean esto;  crujirán los dientes y se consumirán,  los deseos del pecador perecerán.

Bienaventurado  el varón  que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado, sino que en la ley de Jehová está su delicia  y en su Ley  medita de día y de noche.  Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo  y su hoja no cae,  y todo lo que hace prosperará.

Los hijos de tus siervos habitarán seguros  y su descendencia será establecida delante de ti.

Pero el que me escuche vivirá confiadamente,  estará tranquilo,  sin temor del mal.

Larga vida hay en su mano derecha,  y en su izquierda,  riquezas y honra.

Cuando te acuestes,  no tendrás temor, sino que te acostarás y tu sueño será grato.

Las riquezas y el honor me acompañan;  los bienes permanentes y la justicia.

La memoria del justo es bendecida, mas el nombre de los malvados se pudrirá.

Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra,  de tu parentela y de la casa de tu padre,  a la tierra que te mostraré. Haré de ti una nación grande,  te bendeciré,  engrandeceré tu nombre y serás bendición.  Bendeciré  a los que te bendigan,  y a los que te maldigan maldeciré;  y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.

Abram era riquísimo en ganado,  y en plata y oro.

Vosotros sois la luz del mundo;  una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz  y se pone debajo de una vasija,  sino sobre el candelero para que alumbre a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres,  para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.


Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía,  sino de poder,  de amor y de dominio propio.

Si Jehová se agrada de nosotros,  él nos llevará a esta tierra y nos la entregará;  es una tierra que fluye leche y miel.

No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas.  Es mejor afirmar el corazón con la gracia,  no con alimentos que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellos.

He aquí,  Dios es mi salvación;  me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es Jah, Jehová,  quien ha sido salvación para mí.

 Leer también:
Deuteronomio 28:1-14; Mateo 16:19-33; Malaquías 3:6-12; 2 Corintios 9:5-11


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

Le doy la gloria y honra con toda la debida reverencia al Señor Jesús y encuentro gran deleite en Su Palabra. Soy bendecido en todo lo que hago. La abundancia de las riquezas están en mi casa y Su justicia no tiene fin. Él me ha enseñado a ser misericordioso y compasivo, al igual que Él.  En Él, la oscuridad se convierte en luz en mi presencia. No tengo ninguna tiniebla. Las cosas buenas me alcanzan siempre, pues he aprendido la bendición de dar libremente para la proclamación del reino de Dios. Yo soy conocido como un hombre justo y recto. Puedo distribuir los regalos con regularidad a las personas necesitadas y la aprobación de Dios (Su Justicia) permanece para siempre. Cuando las malas noticias vienen, no me muevo. Cuando el espíritu de temor viene contra mí, yo le hago frente con valentía. Yo sé en quien he fijado mi confianza y mi victoria me es dada absolutamente por Jesús.


Si no has recibido a  Jesús tú Señor, te invito a  hacer  la siguiente oración creyendo en tu corazón y Jesucristo será tu Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme o esta Palabra te bendice favor de hacérmelo saber.

Nota: Este blog esta todos los días en la misma dirección, búscalo y compártelo con tus amigos y familiares.