martes, 8 de mayo de 2012

El Señor Jesús esta dentro de mi.


Lucas 6:17-19;  Job 29:21-25; Santiago 4:7; 5:14-16; Lucas 10:19; Juan 14:12; Marcos 16:17-20

Descendió con ellos y se detuvo en un lugar llano,  en compañía de sus discípulos y de una gran multitud de gente de toda Judea,  de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón  que había venido para oírlo y para ser sanados de sus enfermedades; también los que habían sido atormentados por espíritus impuros eran sanados.   Toda la gente procuraba tocarlo,  porque poder salía de él y sanaba a todos.

Los que me escuchaban, esperaban callados mi consejo; tras mi palabra no replicaban, pues mi razón destilaba sobre ellos.  Me esperaban como a la lluvia;  abrían su boca como a la lluvia tardía. Si me reía con ellos,  no se lo creían; pero no dejaban apagar la luz de mi rostro. Yo les indicaba su camino y me sentaba entre ellos como el jefe. Vivía como un rey en medio de su ejército,   o como el que consuela a los que lloran.

Someteos,  pues,  a Dios;  resistid al diablo,  y huirá de vosotros.

¿Está alguno enfermo entre vosotros?  Llame a los ancianos  de la iglesia para que oren por él,  ungiéndolo con aceite  en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo,  y el Señor lo levantará;  y si ha cometido pecados,  le serán perdonados.  Confesaos vuestras ofensas unos a otros y orad unos por otros,  para que seáis sanados.  La oración eficaz del justo puede mucho.

Os doy potestad de pisotear serpientes y escorpiones,  y sobre toda fuerza del enemigo,  y nada os dañará.

De cierto,  de cierto os digo: El que en mí cree,  las obras que yo hago,  él también las hará;  y aun mayores hará,  porque yo voy al Padre.

Estas señales seguirán a los que creen:  En mi nombre echarán fuera demonios,  hablarán nuevas lenguas, tomarán serpientes en las manos y,  aunque beban cosa mortífera,  no les hará daño;  sobre los enfermos pondrán sus manos,  y sanarán.   Y el Señor,  después que les habló,  fue recibido arriba en el cielo  y se sentó a la diestra de Dios.  Ellos,  saliendo,  predicaron en todas partes,  ayudándolos el Señor y confirmando la palabra con las señales que la acompañaban.  Amén.


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.
Las personas se sienten atraídos por el Espíritu Santo, que mora dentro de mí, y El Señor Jesús pone Su Palabra en mi boca y mi confianza esta en Su Palabra; declaro Su Palabra con poder y ese poder Sanador obra en ellos.  Cualquier espíritu inmundo, cualquier adversidad,  huye ante la presencia del Señor Jesús.


Si no has recibido a  Jesús tú Señor, te invito a  hacer  la siguiente oración creyendo en tu corazón y Jesucristo será tu Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme o esta Palabra te bendice favor de hacérmelo saber.

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