viernes, 23 de septiembre de 2011

Siembro la Palabra del Señor Jesús en mi corazón.


Deuteronomio 31:26; Hebreos 13:5-8; Josué 1:5-9; 1 Crónicas 22:13
Tomad este libro de la Ley y ponedlo al lado del Arca del pacto de Jehová,  vuestro Dios;  que esté allí como testigo contra ti.

Sean vuestras costumbres sin avaricia,  contentos con lo que tenéis ahora,  pues él dijo: No te desampararé ni te dejaré.  Así que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador;  no temeré  lo que me pueda hacer el hombre.  Acordaos de vuestros pastores,  que os hablaron la palabra de Dios;  considerad cuál haya sido el resultado de su conducta  e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer,  hoy y por los siglos.

Nadie podrá hacerte frente en todos los días de tu vida: como estuve con Moisés,  estaré contigo;  no te dejaré ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente,  porque tú repartirás a este pueblo como heredad la tierra que juré dar a sus padres.  Solamente esfuérzate y sé muy valiente,  cuidando de obrar conforme a toda la Ley que mi siervo Moisés te mandó;  no te apartes de ella ni a la derecha ni a la izquierda,  para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.  Nunca se apartará de tu boca este libro de la Ley,  sino que de día y de noche meditarás  en él,  para que guardes y hagas conforme a todo lo que está escrito en él,  porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien.  Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente;  no temas ni desmayes,  porque Jehová,  tu Dios,  estará contigo  dondequiera que vayas".

Entonces serás prosperado,  si cuidas de poner por obra los estatutos y decretos que Jehová mandó a Moisés para Israel.  Esfuérzate,  pues,  y cobra ánimo;  no temas,  ni desmayes.


 DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS

Mi Padre Celestial está conmigo siempre. Permanezco  fuerte y lleno de coraje en todo momento.  No estoy conmocionado por lo que veo en mis enemigos.  El Señor Jesús está dentro de mí y Él no me va a fallar.  Tengo Su Palabra de que nunca me dejará ni me desamparara.


Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan
3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv

El Señor Jesús me muestra el Camino.


Jeremías 21:8; Josué 24:15; Deuteronomio 30:15-19; Isaías 7:15-16
Y a este pueblo dirás: Así ha dicho Jehová: Yo pongo delante de vosotros camino de vida y camino de muerte.

Si mal os parece servir a Jehová,  escogeos  hoy a quién sirváis;  si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres cuando estuvieron al otro lado del río,  o a los dioses de los amorreos  en cuya tierra habitáis;  pero yo y mi casa serviremos a Jehová.

Mira,  yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien,  la muerte y el mal,  porque yo te mando hoy que ames a Jehová,  tu Dios,  que andes en sus caminos y guardes sus mandamientos,  sus estatutos y sus decretos,  para que vivas y seas multiplicado,  y Jehová,  tu Dios,  te bendiga en la tierra a la cual vas a entrar para tomarla en posesión. Pero si tu corazón se aparta y no obedeces,  te dejas extraviar,  te inclinas a dioses ajenos y los sirves, yo os declaro hoy que de cierto pereceréis;  no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais a entrar para tomarla en posesión tras pasar el Jordán.  A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros,  de que os he puesto delante la vida y la muerte,  la bendición y la maldición;  escoge,  pues,  la vida,  para que vivas tú y tu descendencia,

Comerá mantequilla y miel,  hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno. Porque antes que el niño sepa desechar lo malo  y escoger lo bueno,  la tierra de los dos reyes que tú temes  será abandonada.


 DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS

El Padre Celestial ha puesto delante de mí, Su Palabra, la forma de vida abundante, en Su presencia, en comunión con El, Su Hijo Jesús, el Espíritu Santo  y el camino de la muerte en vida y por la eternidad, aparto de Su presencia…  
Es mi responsabilidad de elegir qué manera de vivir. He tomado la mejor decisión de vivir abundantemente en la presencia del Señor Jesús.  


Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan
3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv