martes, 6 de marzo de 2012

Me basta la Gracia del Señor Jesús mi Dios.


2 Corintios 12:9-10; Romanos 5:1-2; 8:31, 37; 1Pedro 4:14; Colosenses 1:27-29; 1 Corintios 13:4
 
Pero él me dijo: Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo. Por eso me regocijo en debilidades, insultos, privaciones, persecuciones y dificultades que sufro por Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. También por medio de él, y mediante la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual nos mantenemos firmes. Así que nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios.

¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?

Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.

Dichosos ustedes si los insultan por causa del nombre de Cristo, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre ustedes.

A éstos Dios se propuso dar a conocer cuál es la gloriosa riqueza de este misterio entre las naciones, que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria.  A este Cristo proclamamos, aconsejando y enseñando con toda sabiduría a todos los seres humanos, para presentarlos a todos perfectos en él. Con este fin trabajo y lucho fortalecido por el poder de Cristo que obra en mí.

El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso.

DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

La gracia de Dios (Favor inmerecido dado por El) es todo lo que necesito para permanecer en perpetua victoria en mi vida, porque su fuerza en mí, se perfecciona en mi debilidad. Por lo tanto, aun cuando soy débil, la fuerza y ​​el poder de Unción del Señor Jesus reposan hoy sobre mí. Es por esto que en mi debilidad, en mis dificultades las reconozco para poder confiar con certeza la fortaleza de la gracia del Señor Jesús mi Dios. Y en la fuerza de Su poder, no soy una víctima, sino un vencedor Porque el Señor Jesús  se va ha manifestar de nuevo ante los ojos del mundo, Su glorioso poder. Amen. ¡Aleluya!

Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme o esta Palabra te bendice favor de hacérmelo saber.
hosanna.enriqueibarra@gmail.com

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