lunes, 27 de diciembre de 2010

Los Redimidos de Jehová

Isaías 35:3-10 (SRV2004)

¡Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles!
Decid a los de corazón apocado: « ¡Esforzaos, no temáis! He aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá y os salvará».  Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos y destapados los oídos de los sordos.  Entonces el cojo saltará como un ciervo y cantará la lengua del mudo, porque aguas serán cavadas en el desierto y torrentes en la estepa.  El lugar seco se convertirá en estanque y el sequedal en manaderos de aguas.  La guarida de los chacales, donde ellos se refugian, será lugar de cañas y juncos.   Y habrá allí calzada y camino, el cual será llamado Camino de Santidad.  No pasará por allí ningún impuro, sino que él mismo estará con ellos.  El que ande por este camino, por torpe que sea, no se extraviará.  No habrá allí león, ni fieras subirán por él ni allí se encontrarán, para que caminen los redimidos. Y los redimidos por Jehová volverán a Sión con alegría; y habrá gozo perpetuo sobre sus cabezas.  Tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido. 

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS


“Doy fuerza a aquellos cuyas manos están cansadas y mantengo firme a aquellos cuyas rodillas flaquean.  Soy la fuente de aliento y coraje para aquellos que tienen temor de malas noticias.  Les digo a aquellos que están aterrorizados: Sean fuertes y esfuércense porque Dios está de su lado.  El te ama y viene a tu socorro y trae una retribución divina.  El no te abandonará. Por Su gran amor por ti El te librará”.  Por ese amor es que los ojos de los ciegos serán abiertos, los oídos de los sordos serán destapados, el cojo saltará como un ciervo, la lengua de los mudos gritará de alegría, las aguas fluirán en medio del desierto y florecerán los sequedales.  Lo lugares áridos y calientes se han vuelto como piscinas de aguas frescas.  Donde el diablo una vez corrió campante, ahora ya no existe sino que la bendición de Dios está allí.   Estoy en el camino de Santidad y aquellos que aman al Señor corren a este camino y el enemigo y sus secuaces huyen aterrorizados porque los que caminamos por ese camino que es Cristo hemos sido comprados con precio alto y hemos sido trasladados a un nuevo reino.  Entramos a ese reino con canticos de alegría y con coronas de gozo perpetuo.  Alegría y gozo nos alcanzan y la tristeza y el gemido huyen de nosotros.


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén