viernes, 5 de agosto de 2011

Canto a el Señor Jesús y Proclamo Su Victoria.


El Señor Jesús no permite que nadie se levante en contra de mi porque lo hacen sin Él, y dice que no toquen a Su ungido, Él me ha ungido con Su santo Espíritu. Y le doy gritos de alabanza y gloria.

1 Crónicas 16:21-24; Isaías 54:17; Génesis 12:3, 17; Juan 2:27; Números 24:9
El no permitió a nadie oprimirlos. Sí, por amor a ellos El reprendió aun a reyes: "¡No toquen a mis ungidos o hagan daño a mis profetas!"  ¡Canten a Jehová, toda la tierra! ¡Proclamen su victoria día tras día!  ¡Declaren su Gloria entre las naciones, sus maravillas entre todos los pueblos!

Ninguna arma forjada prevalecerá contra ti. En la corte refutarás toda acusación, y tus adversarios serán condenados. Esta es herencia de los siervos de YAHWEH; la recompensa por su rectitud viene de mí," dice YAHWEH.

 Yo bendeciré a aquellos que te bendigan, pero maldeciré a cualquiera que te maldiga; y por ti todas las tribus de la tierra serán bendecidas.

Pero YAHWEH afligió a Faraón y su casa con grandes y severas aflicciones a causa de Sarai la esposa de Abram.

En cuanto a ustedes, permanece la unción que recibieron del Padre. Así que, no tienen necesidad de ser enseñados por nadie. Por el contrario, su unción continúa enseñándoles acerca de todas las cosas, y es la verdad, no una copia, así como Él les enseñó, permanezcan unidos con Él.

"Cuando ellos se acuestan ellos se encorvan como león, o como una leona – ¿quién se atreve a despertarla? ¡Benditos serán todos los que te bendigan! ¡Malditos serán todos los que te maldigan!"

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS

Mi Padre Celestial no permite que nadie me haga mal y se salga con la suya.   El Señor Jesús reprende incluso a los reyes (a gobernantes)  por mi causa, diciendo: "No toquéis a mis ungidos!”  ! Cantaré al Señor Jesús por Su gran salvación!  ! Declarare a todo el mundo sus obras maravillosas! Y proclamo Su victoria. Dándole glorias a el Señor Jesús.

Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.