jueves, 27 de enero de 2011

Jesús, A Sanó A Muchos Enfermos

Lucas 7:21-23
En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades, plagas y espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista.
Respondiendo Jesús, les dijo:
--Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres es anunciado el evangelio; y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí.


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.



He experimentado el poder maravilloso de Dios a través de Jesús. Su poder Sanador va conmigo dondequiera que yo voy. Los ciegos ven, los sordos oyen, el cojo se levanta y camina, los muertos resucitan a la vida y los pobres encuentran el camino a la vida abundante de riquezas. A través de Jesús todo demonio se sujeta a mi autoridad. Considero absurdo ofenderme o resentirme a causa de estas bendiciones, sino que las considero como resultados fundamentales de haberme convertido en uno con Dios. Nunca rechazaré las manifestaciones del poder de Dios en mi vida!!


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él, porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo, Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4). Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén
Lucas 7:21-23
En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades, plagas y espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista.
Respondiendo Jesús, les dijo:
--Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres es anunciado el evangelio; y bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí.


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.



He experimentado el poder maravilloso de Dios a través de Jesús. Su poder Sanador va conmigo dondequiera que yo voy. Los ciegos ven, los sordos oyen, el cojo se levanta y camina, los muertos resucitan a la vida y los pobres encuentran el camino a la vida abundante de riquezas. A través de Jesús todo demonio se sujeta a mi autoridad. Considero absurdo ofenderme o resentirme a causa de estas bendiciones, sino que las considero como resultados fundamentales de haberme convertido en uno con Dios. Nunca rechazaré las manifestaciones del poder de Dios en mi vida!!


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él, porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo, Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4). Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén