domingo, 26 de diciembre de 2010

Pero Dios es fiel!!

Gálatas 1:3-4, 1 Corintios 10:13 (Biblia Al Día)
Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo os concedan gracia y paz.
Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre, vosotros no habéis sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que vosotros seáis tentados más allá de lo que podáis aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él os dará también una salida.

 DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.


Gracia y paz de Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo, que se entregó por nuestros pecados, para librarnos de este mundo  malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre.
Entiendo que no soy el único que sufre tentaciones. La  tentación es común entre toda la humanidad. Pero, también sé que Dios es fiel. Él no me dejará ser tentado más allá de mi capacidad de resistir. Cuando me siento tentado a pecar, Él me fortalece porque El vive en mí y me proporciona una revelación de Su Palabra para que salga vencedor y victorioso.


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén