domingo, 9 de diciembre de 2012

¡Gocémonos el Señor Jesús Reina!


Apocalipsis 19:6-9; 11:18; 2 Corintios 5:10; 1 Corintios 3:12-15; 15:58; Mateo 10:41-42; 25:10; Salmo 132:9


Entonces oí lo que sonaba como una gran multitud, como el estruendo de aguas precipitándose, como grandes destellos de truenos diciendo: "¡Halleluyah! [Alabado sea el Señor]" YAHWEH, El-Shaddai [el Señor Todopoderoso, Omnipotente], ¡ha comenzado su Reino!   "¡Gocémonos y alegrémonos! ¡Démosle la gloria! Porque el momento ha llegado para la boda del Cordero. Y su novia se ha preparado a sí misma; lino fino [se ha vestido de justicia y santidad] resplandeciente y limpio se le ha dado para vestir." "Lino fino" son las obras justas de los Santos de Señor Jesús. El Angel me dijo: "Escribe: '¡Qué benditos son aquellos que han sido invitados al banquete de bodas del Cordero!" Entonces añadió: "Estas son las propias palabras de YAHWEH."

Las naciones se han enfurecido; pero ha llegado tu castigo, el momento de juzgar a los muertos, y de recompensar a tus siervos los profetas, a tus santos y a los que temen tu nombre, sean grandes o pequeños, y de destruir a los que destruyen la tierra.

Porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo.

Si alguien construye sobre este fundamento, ya sea con oro, plata y piedras preciosas, o con madera, heno y paja,  su obra se mostrará tal cual es, pues el día del juicio la dejará al descubierto. El fuego la dará a conocer, y pondrá a prueba la calidad del trabajo de cada uno. Si lo que alguien ha construido permanece, recibirá su recompensa,  pero si su obra es consumida por las llamas, él sufrirá pérdida. Será salvo, pero como quien pasa por el fuego.  

Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en el Señor no es en vano.  

Cualquiera que recibe a un profeta por tratarse de un profeta, recibirá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo por  tratarse de un justo, recibirá recompensa de justo.  Y quien dé siquiera un vaso de agua fresca a uno de estos pequeños por tratarse de uno de mis discípulos, les aseguro que no perderá su recompensa.

Pero mientras iban a comprar el aceite llegó el novio, y las jóvenes  que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas. Y se cerró la puerta.  

¡Que se revistan de justicia tus sacerdotes! ¡Que tus fieles canten jubilosos!


DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.
Estoy delante del trono de Señor Jesús (Él ha hecho templo dentro mi y Su Espíritu habita en mi),  y con la gran multitud de mis hermanos que han hecho a Jesús el Señor de sus vidas,  cantamos, gritando y alabando  diciendo:  ¡Aleluya! (alabazas al Señor Jesús) ¡Nuestro Señor Dios Todopoderoso Reina! ¡Alegraos y Regocijaos! ¡Démosle gloria!  – Se que estaré en ese gran banquete de las bodas del Cordero.  Estoy  preparado, con todos los de mi familia (la Iglesia), y nos hemos vestido de lino fino, limpio y resplandeciente. Todos mis hechos han sido aprobados (justificados por el Padre Celestial) y  serán traídos a memoria ese día. Nada de lo que he hecho, o hare, será en vano - todo saldrá a la luz para darle gloria al Señor Jesus.

Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv