martes, 8 de noviembre de 2011

Corro al bien de mi Señor Jesús.


Jeremías 31:11-14; Gálatas 3:13-14;Colosenses 2:13-15; Lucas 10:19-20; Salmo 1:1-3, 149:3; Juan 16:22
Porque Jehová redimió a Jacob, lo redimió de mano del más fuerte que él.   Y vendrán con gritos de gozo en lo alto de Sion, y correrán al bien de Jehová, al pan, al vino, al aceite, y al ganado de las ovejas y de las vacas; y su alma será como huerto de riego, y nunca más tendrán dolor.  Entonces la virgen se alegrará en la danza, los jóvenes y los viejos juntamente; y cambiaré su lloro en gozo, y los consolaré, y los alegraré de su dolor. Y el alma del sacerdote satisfaré con abundancia, y mi pueblo será saciado de mi bien, dice Jehová.

Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero,  para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.

Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él,  perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,  y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.  Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.

Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,  Ni estuvo en camino de pecadores,  Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia,  Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,  Que da su fruto en su tiempo,  Y su hoja no cae;  Y todo lo que hace, prosperará.

Alaben su nombre con danza;  Con pandero y arpa a él canten.

También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestro gozo.

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS

El Señor Jesús me ha redimido del poder del enemigo porque lo despojo de toda autoridad que tenía sobre mí, y lo ha dejado impotente bajo mis pies.  Entro a la presencia de mi Padre Celestial con gritos de alabanza, de alegría por la abundancia del amor de Dios.  Soy como un huerto de riego floreciente de belleza y con mucho fruto.  El dolor ha sido eliminado de mi vida y danzo con gran alegría ante la presencia de mi Padre Celestial.  Prefiero la alegría al dolor, y mi casa se llena de la riqueza de la abundancia de Dios en mi vida.  Tengo al Señor Jesús que me da vida y vida en abundancia.

Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan
3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv