domingo, 3 de abril de 2011

Jehová Destruye A Mis Enemigos.


Josué 8:24-26  RV95
Cuando los israelitas acabaron de matar a todos los habitantes de Hai en el campo y en el desierto, hasta donde los habían perseguido, y todos habían caído a filo de espada hasta ser consumidos, todos los israelitas volvieron a Hai, y también la hirieron a filo de espada. El número de los que cayeron aquel día, entre hombres y mujeres, fue de doce mil, todos los de Hai. Porque Josué no retiró la mano que había extendido con la lanza hasta que hubo destruido por completo a todos los habitantes de Hai.

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

No voy a permitir que ninguna trampa de pecado de Satanás entre en mi vida; lo resisto, no voy a ceder, voy a luchar y no le permitiré ningún lugar en mi vida.  El Señor Jesús reina en mi corazón; Él es mi todo, por lo tanto, no hay lugar para el pecado. Vivo para mi Señor Jesús en rectitud.  No doy tregua ni demoro en vivir una vida de honor para mi Dios.

Leer fonéticamente

Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.