sábado, 11 de junio de 2011

Viviendo De Acuerdo Al Llamado De Jesucristo


Efesios 4: 1-3 Hebreos 10:24 Santiago 4:1 Gálatas 6:1-2   NVI

Por eso yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido, siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor. Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz.

·        Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras.
·        ¿De dónde surgen las guerras y los conflictos entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos?
·        Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado.  Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo.  



DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS


Resuelvo vivir una vida digna de la vocación que he recibido. Soy completamente humilde, generoso, amable y paciente, teniendo con mis hermanos y hermanas en Cristo concesiones, es decir siendo misericordioso, clemente y compasivo todo por causa de mi amor por ellos. Hago todo lo posible para mantener una unidad en el cuerpo de Cristo, en el Espíritu, por el poder vinculante de la paz.



Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.