domingo, 25 de marzo de 2012

En el Señor Jesús mi Dios me muestra Su favor.


Isaías 30:18-21; 1 Corintios 1:9; Isaías 58:11 Salmo 46:1; 103:1-18; Jeremías 29:11-14

 

A pesar de eso YAHWEH está esperando para mostrarles su favor, Él tendrá misericordia de ustedes desde lo alto; porque YAHWEH es Elohim de justicia; ¡bendecidos son los que esperan por Él! Pueblo Santo de Sion, que habitas en Jerusalén,  nunca más llorarás. Al sonido de tu clamor, Él te mostrará su misericordia; al oírlo, Él te responderá. Aunque YAHWEH te de pan de aflicción y escasa agua, aún aquellos que te causan errar ya no se acercarán a ti; sino que con tus propios ojos verás a los que te causan errar. Con tus oídos oirás las palabras de los que te llevaron al extravío  Este es el camino; permanece en Él, ya sea que vayas por la derecha o por la izquierda.

 

Fiel es Dios, quien los ha llamado a tener comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.

El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas aguas no se agotan.

Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia

Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre.  Alaba, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios.  Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias; él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión;  él colma de bienes tu vida  y te rejuvenece como a las águilas.  El Señor hace justicia y defiende a todos los oprimidos. Dio a conocer sus caminos a Moisés; reveló sus obras al pueblo de Israel.  El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor. No sostiene para siempre su querella ni guarda rencor eternamente.  No nos trata conforme a nuestros pecados ni nos paga según nuestras maldades.  Tan grande es su amor por los que le temen como alto es el cielo sobre la tierra. Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el occidente.  Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos.  Él conoce nuestra condición; sabe que somos de barro. El hombre es como la hierba, sus días florecen como la flor del campo: sacudida por el viento, desaparece sin dejar rastro alguno. Pero el amor del Señor es eterno y siempre está con los que le temen; su justicia está con los hijos de sus hijos, con los que cumplen su pacto y se acuerdan de sus preceptos para ponerlos por obra.

Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza. Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón.  Me dejaré encontrar afirma el Señor, y los haré volver del cautiverio.  Yo los reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde los haya dispersado, y los haré volver al lugar del cual los deporté, afirma el Señor.


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

El plan de mi Padre Celestial desde antes de la fundación del mundo ha sido darme Su favor. Él esta listo para darme de Su misericordia sin considerar mi situación anterior, hoy creo en Su Hijo amado y me ha apartado del  mal camino que seguía para que lo siga a El únicamente.  El siempre esta en pie mostrando su amor, Su misericordia, Su gracia hacia mi. Su presencia siempre esta en mi.  El Señor Jesús  derramo Su sangre y me lavo mis iniquidades y pecados  y por Su sangre el Padre me  justifico (aprobó) para poder estar en Su presencia, por amor a Su Nombre. Por lo tanto, me voy a mantener firme en Su Palabra, confiado e ella y me dejare guiar por Su Espíritu Santo que mora en mí. Mi Dios es  fiel. El Señor Jesús es generoso y amoroso conmigo, cuando le busco,  y Él se apresura a responder cuando necesito su ayuda. En medio de la adversidad y la aflicción, el Señor Jesús me muestre el camino a seguir. Siempre que El me dirige, he oído su voz tierna dentro  de mí diciendo: "Este es el camino, hijo, anda por el”

Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme o esta Palabra te bendice favor de hacérmelo saber.

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