Lucas 5:12-13; Isaías 53:5; Gálatas 3:13; Lucas 10:9; Marcos 11:22-24; 16:18; Santiago 5:15
Y aconteció que estando Jesús en una de las ciudades,
he aquí, había allí un hombre lleno de lepra; y cuando vio a Jesús, cayó sobre
su rostro y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo:
Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra lo dejó.
Más Él fue herido por nuestras transgresiones, molido
por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre El, y por sus
heridas hemos sido sanados.
Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose
hecho maldición por nosotros (porque escrito está: MALDITO TODO EL QUE CUELGA
DE UN MADERO).
Sanad a los enfermos que haya en ella, y decidles:
"Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.
Y Jesús respondió, diciéndoles: Tened fe en Dios.
En verdad os digo que cualquiera que diga a este
monte: "Quítate y arrójate al mar", y no dude en su corazón, sino
crea que lo que dice va a suceder, le será concedido. Por eso os digo que todas
las cosas por las que oréis y pidáis, creed que ya las habéis recibido, y os
serán concedidas.
Tomarán serpientes en las manos, y aunque beban algo
mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y se pondrán
bien.
Y la oración de fe restaurará al enfermo, y el Señor
lo levantará, y si ha cometido pecados le serán perdonados.
DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.
El Señor Jesús es mi Dios, mi Señor, mi Salvador y
Redentor, y Su poder sanador a través del
Espíritu Santo obra en mí por Su gracia y amor.
Pongo mis manos sobre los enfermos para que sean sanados creyendo en mi corazón
totalmente en Su Palabra y la sanidad se manifiesta en sus cuerpos.
Si no has recibido a Jesús tú Señor, te invito a hacer la siguiente oración creyendo en tu corazón y Jesucristo
será tu Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el
nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del
Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y
creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos
2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a
morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que
si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas
11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que
Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos.
Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste
y por ser el Señor de mi vida. Amén.
Si tus has hecho
esta oración escríbeme o esta Palabra te bendice favor de hacérmelo saber.
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