domingo, 2 de octubre de 2011

El Señor Jesús Dice: ¿Qué quieren que haga por ustedes?


Mateo 20:30-34; 2 Timoteo 1:12; Juan 14:13-14, 15:7, 16:23-24; Mateo 19:13-14

Dos ciegos que estaban sentados junto al camino, al oír que pasaba Jesús, gritaron: ¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!  La multitud los reprendía para que se callaran, pero ellos gritaban con más fuerza: ¡Señor, Hijo de David, ten compasión de nosotros!  Jesús se detuvo y los llamó. --¿Qué quieren que haga por ustedes?  Señor, queremos recibir la vista.  Jesús se compadeció de ellos y les tocó los ojos. Al instante recobraron la vista y lo siguieron.

Por ese motivo padezco estos sufrimientos. Pero no me avergüenzo, porque sé en quién he creído, y estoy seguro de que tiene poder para guardar hasta aquel día lo que he dejado a su cuidado.

Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo. Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré.

Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, lo que quieran pedir se les concederá.

En aquel día ya no me preguntarán nada. Ciertamente les aseguro que mi Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre. Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa.

Llevaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orara por ellos, pero los discípulos reprendían a quienes los llevaban.  Jesús dijo: "Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos."


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS

Sé en quien he creído. Pongo toda mi atención  y confianza en el Señor Jesus y no en las  multitudes.  Cuando me reprenden por mi fe y me dicen que me quede quieto, entonces clamo  aún con más fuerzas, orando y clamando al Único que puede liberarme: a mí Rey y mi Dios, el Señor Jesus.  Mi Señor Jesús está atento a cada uno de mis clamores.  Él se acuerda de mí.  Él quiere que le diga específicamente lo que deseo para que mi alegría sea completa cuando El me responde. Cuando hago mi petición específica en armonía con Su Palabra, el Señor Jesús dice: “está hecho”.


Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan
3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv