domingo, 29 de mayo de 2011

El Señor Jesús Esta En Medio De Mi

Sofonías 3:17-20   RV95
Jehová está en medio de ti; ¡él es poderoso y te salvará! Se gozará por ti con alegría, callará de amor, se regocijará por ti con cánticos. »Como en día de fiesta apartaré de ti la desgracia; te libraré del oprobio que pesa sobre ti. En aquel tiempo yo apremiaré a todos tus opresores; salvaré a la oveja que cojea y recogeré a la descarriada. Cambiaré su vergüenza en alabanza y renombre en toda la tierra. En aquel tiempo yo os traeré; en aquel tiempo os reuniré, y os daré renombre y fama entre todos los pueblos de la tierra, cuando levante vuestro cautiverio ante vuestros propios ojos, dice Jehová».
Colosenses 2:15
Y despojó a los principados y a las autoridades y los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS

Dios está en mí, por lo que no voy a tener miedo. Él ha prometido que nunca me dejará ni me desamparará. Él me libra de la catástrofe y la destrucción, y se encarga de que siga en el Camino de la Vida. Él es mi Padre y me da Su gran amor y compasión. Levanta toda carga de mis hombros. Él ha quitado al opresor, el diablo ha sido completamente despojado de todo poder y autoridad que tenía sobre mi vida.  Jesús me libró de la esclavitud, soy libre en Jesús!  Mi Padre me ha rescatado y me ha hecho parte de Su familia. A causa de Jesús en mi vida, Dios me da honor y renombre entre todos los habitantes de la tierra.

Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.