viernes, 30 de diciembre de 2011

¡Los Planes que el Señor Jesús tiene para mi son de Paz!


Jeremías 29:11-14; Génesis 13:14; Romanos 1:17; Filipenses 1:6; 1 Corintios 15:57;  Deuteronomio 4:29; 1 Crónicas 28:9

Porque Yo sé qué planes tengo en mente para ustedes, dice YAHWEH,  planes de Shalom, no para cosas malas; para que ustedes puedan tener esperanza y un futuro.  Cuando ustedes clamen a Mí y oren a Mí, Yo los escucharé.  Cuando ustedes me busquen, ustedes me encontrarán, con tal que me busquen de corazón;  y Yo me apareceré a ustedes, dice YAHWEH. Entonces Yo invertiré su cautiverio. Yo los recogeré de todas las naciones y lugares donde los he arrojado, dice YAHWEH, y los traeré de regreso al lugar del cual los deporté.   TKIM

Jehová dijo a Abram,  después que Lot se apartó de él: "Alza ahora tus ojos y,  desde el lugar donde estás,  mira al norte y al sur,  al oriente y al occidente.

Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.  

Estoy convencido de que Dios empezó una buena obra entre ustedes y la continuará hasta completarla el día en que Jesucristo regrese.  PDT.

Pero demos gracias a Dios que nos ha dado la victoria a través de nuestro Señor Jesucristo. DPT 

Coronas el año con bienes, riqueza abunda en tus sendas

Desde allí buscarás al Señor tu Dios y lo encontrarás si lo buscas de todo corazón y con toda tu alma.

Salomón, hijo mío, a ti te pido que reconozcas la autoridad del Dios de tu papá. Te pido que siempre le sirvas con un corazón puro y un espíritu entusiasta, porque el Señor siempre mira el corazón y conoce todos los pensamientos de los hombres. Si lo buscas, él dejará que lo encuentres. Pero si lo abandonas, él te rechazará para siempre.
  

 DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

Todos los planes que el Padre Celestial tiene para mi son de Shalom (del hebreo paz, prosperidad, plenitud total y donde nada falta y nada se daña)  y nada malo.  Su plan para mi vida es hacerme próspero en mi espíritu, prospera mi alma y prospera mi carne con salud; así el Señor Jesús  afirma Su propósito en mí. Así con seguridad alzo mi mirada y puedo ver mas allá de lo que miran mis ojos de la carne porque veo con los  ojos de la fe y sé que no voy a lo desconocido e incierto. Porque Él ha comenzado la buena obra en mí y sé que la alcanzare en victoria. Y  le busco de todo corazón porque Él se deja encontrar y esta presto para platicar conmigo y contarme de Su plan para mi vida, mi ministerio, mi familia, mi trabajo y mi reposo. Amen. ¡Aleluya!  


Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv

jueves, 29 de diciembre de 2011

¡El Señor Jesús me ha enviado a hacer Su voluntad.


Juan 4:34-38; Génesis 1:28 Salmo 40:7-8; Mateo 9:37-38; Lucas 10:2; 2 Corintios 5:18-20; Proverbios 11:30

Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. ¿No decís vosotros: Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega? He aquí os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega. Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida; eterna, para que el que siembra goce juntamente con el que siega. Porque en esto es verdadero el dicho: Uno es el que siembra, y otro es el que siega. Yo os he enviado a segar lo que vosotros no labrasteis; otros labraron, y vosotros habéis entrado en sus labores.

Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.


Entonces dije: He aquí, vengo; En el rollo del libro está escrito de mí; El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.

Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.

Y les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.

Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio.


DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.


El Padre Celestial me ha dado Su Palabra como bendición y esta abunda en mi corazón, y debo multiplicarla, y el Señor Jesús me envía a levantar mis ojos para que vea la cosecha de almas donde debo multiplicar Su Palabra.  Mi satisface hacer la voluntad del Señor Jesús  mi Dios y para llevar a cabo lo que Él me ha llamado a hacer. Él me ha hecho un segador  de los campos y recoger la cosecha para mi Señor. Son multitudes que no se puede contar y están listos recibir el Evangelio y he sido llamado a proclamárselos a ellos.  Ni plante,  ni cultive pero ellos están listos para la siega.  Mi propósito es recoger las almas en el Reino de mi Dios.


Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

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miércoles, 28 de diciembre de 2011

¡Se ha derramado el Espíritu del Señor Jesús sobre mi.


Isaías 32:15-17; 44:3; Gálatas 3:14; Hechos 2:2-4; Juan 16:13-15; 14:13-14; Salmo 91:7; Proverbios 12:7; Salmo 112:4, 10

Hasta que sobre nosotros sea derramado el espíritu de lo alto. Entonces el desierto se convertirá en campo fértil y el campo fértil será como un bosque. Habitará el juicio en el desierto y en el campo fértil morará la justicia. El efecto de la justicia será la paz  y la labor de la justicia, reposo y seguridad para siempre.  

Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, ríos sobre la tierra seca. Mi espíritu derramaré sobre tu descendencia,  y mi bendición sobre tus renuevos.

Para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzara a los gentiles,  a fin de que por la fe recibiéramos la promesa del Espíritu.

De repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba,  el cual llenó toda la casa donde estaban; y se les aparecieron lenguas repartidas,  como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Todos fueron llenos del Espíritu Santo  y comenzaron a hablar en otras lenguas,  según el Espíritu les daba que hablaran.

Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.

Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

Caerán a tu lado mil y diez mil a tu diestra; mas a ti no llegarán.

Dios trastorna a los malvados y dejan de existir, pero la casa de los justos permanece firme.

Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos; Es clemente, misericordioso y justo.

Lo verá el impío y se irritará; Crujirá los dientes, y se consumirá. El deseo de los impíos perecerá.


DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

He recibido la Promesa del Padre Celestial y hoy Su Santo Espíritu mora dentro de mí, y me guía a seguir Su Palabra,  para poder ver, oír y  emitir juicio sobre las circunstancias adversas que me rodean.  Pedir al Padre Celestial en el nombre del Señor Jesús se vuelvan favorables a mi vida y las circunstancias favorables se vuelva en abundancia. Porque vivir paz es el efecto de haber puesto mi confianza en Su Palabra.   


Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

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martes, 27 de diciembre de 2011

¡Aleluya a mi Señor Jesús!


 Apocalipsis 19:6-9; 11:18; 2 Corintios 5:10; 1 Corintios 3:12-15; 15:58; Mateo 10:41-42; 25:10; Salmo 132:9

Y oí como la voz de una gran multitud,  como el estruendo de muchas aguas  y como la voz de grandes truenos,  que decía: ¡Aleluya!,  porque el Señor, nuestro Dios Todopoderoso,  reina.  Gocémonos,  alegrémonos y démosle gloria,   porque han llegado las bodas del Cordero y su esposa  se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente (pues el lino fino significa las acciones justas de los santos).  El ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados  los que son llamados a la cena de las bodas  del Cordero.  Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.

Las naciones se airaron y tu ira ha venido: el tiempo de juzgar a los muertos,  de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes,  y de destruir a los que destruyen la tierra.

Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo,  para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

Si alguien edifica sobre este fundamento con oro,  plata y piedras preciosas,  o con madera,  heno y hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta,  porque el día la pondrá al descubierto,  pues por el fuego será revelada.  La obra de cada uno,  sea la que sea,  el fuego la probará.  Si permanece la obra de alguno que sobre edificó,  él recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quema,  él sufrirá pérdida,  si bien él mismo será salvo,  aunque así como por fuego.

Así que,  hermanos míos amados,  estad firmes y constantes,  creciendo en la obra del Señor siempre,  sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.

El que recibe a un profeta por cuanto es profeta,  recompensa de profeta recibirá;  y el que recibe a un justo por cuanto es justo,  recompensa de justo recibirá.  Y cualquiera que dé a uno de estos pequeños  un vaso de agua fría solamente,  por cuanto es discípulo,  de cierto os digo que no perderá su recompensa".

Pero mientras ellas iban a comprar,  llegó el novio;  y las que estaban preparadas entraron con él a la boda, y se cerró la puerta.

Tus sacerdotes se vistan de justicia y se regocijen tus santos.


DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

Se, que estoy delante del trono de Señor Jesús mi Dios, (el Espíritu Santo esta dentro de mi),  y con la gran multitud de mis hermanos que han hecho a Jesús su Señor, en la Unción (de Dios)  y de todas las edades, cantamos, gritando y alabando a El, diciendo: ¡Aleluya! (alabazas al Señor Jesús) ¡Nuestro Señor Dios Todopoderoso Reina! ¡Alegraos y Regocijaos! ¡Démosle gloria! Es el día de la largo (ha comenzado cuando lo hice mi Señor, mi Dios) – Se que estaré en ese gran banquete de bodas del Cordero esperado. Estoy  preparado, con todos los de mi familia (la Iglesia), y vestidos de lino fino, limpio y resplandeciente. Todos mis hechos han sido aprobados (justificados por el Padre Celestial) serán traídos a memoria ese día. Nada de lo que he hecho, o hare, será en vano - todos saldrán a la luz para darle gloria a El.



Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv