lunes, 25 de junio de 2012

El Señor Jesús es mi Sol de Justicia.


Malaquías 4:2-3; 2 Corintios 4:6; 5:21; Mateos 4:16; Efesios 5:14; Juan 3:3; Tito 3:5; Lucas 10:17-19; Salmo 91:13


Pero ustedes que temen a Mi Nombre, les nacerá el Sol de justicia, con sanidad en sus alas; y romperán en saltos como becerros soltados de las amarras.  Ustedes pisotearán al perverso, serán ceniza debajo de las plantas de sus pies  en el día en que Yo designe, dice YAHWEH-Ha Elyon.


Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.

Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz;  Y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció.

Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, Y levántate de los muertos, Y te alumbrará Cristo.

Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.

Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo.

Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.

Sobre el león y el áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón.

DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

Jesús es mi Señor, mi Sol de Justicia, que se ha levantado con sanidad en Sus alas.  Estoy firme y seguro porque confío en el poder de Su Nombre. He revivido, he sido curado, he nacido de nuevo en el Señor Jesus.  Salto de gozo porque el Señor Jesús ha derrotado toda adversidad que se había levantado en mi contra.  El enemigo no es nada más que cenizas debajo de las plantas mis pies.  ¡Aleluya! ¡Aleluya! Amen. Y Amen.


Si no has recibido a  Jesús tú Señor, te invito a  hacer  la siguiente oración creyendo en tu corazón y Jesucristo será tu Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme o esta Palabra te bendice favor de hacérmelo saber.

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