miércoles, 29 de diciembre de 2010

Jehová Hablo y Fue Hecho

Salmo 33:9, Marcos 11:24, Juan 15:7 y Juan 5:14
·         Porque Él habló, y fue hecho; Él mandó, y se estableció.
·         Por tanto os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis y os vendrá.
·         Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis todo lo que quisiereis, y os será hecho.
·         Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pidiéremos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.


Mi Padre Celestial me ha enseñado que todo lo que Su boca dice es llevado a existencia, todo lo que veo,  lo que palpo, lo que siento, lo que gusto y oigo fue hecho por Su Palabra. El Señor Jesús también me enseña en Su Palabra que debo de hablar y creer con todo mi corazón  para poder recibir, todo conforme a los límites de la Palabra de Dios.  El me enseña que todo lo que le pida en oración, si creo lo que pido,  lo recibiré y lo tendré.  Siempre que me mantenga en unión vital con Jesús, para vivir y permanecer continuamente en Él, Su Palabra permanece en mí, arraigada y cimentada en mi corazón. Su Palabra, es una revelación completa de Su voluntad para mi vida y sé que estoy dentro del propósito de mi Padre Celestial.


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén