lunes, 22 de agosto de 2011

El Señor Jesus Todopoderoso dice que debo ser fiel con la mujer de mi juventud.


 
Malaquías 2:15-16; Efesios 5:22-33; Mateo 19:4-14; 1 Corintios 7:14

"Nadie con un poco de inteligencia haría eso. ¿Qué sería lo más sensato?
Buscar que sus hijos sean parte del pueblo de Dios,  ser cuidadosos de sí mismos y ser fiel cada uno a la mujer de su juventud."   "El Señor Todopoderoso, Dios de Israel, dice que el que odia a su mujer y se divorcia de ella deja ver lo cruel que es. Así que cuídese cada uno y no sean infieles»."

 "Esposas, estén dispuestas a servir a su esposo así como sirven al Señor."  "El esposo es la cabeza de la esposa, así como Cristo es la cabeza de la iglesia. La iglesia es el cuerpo de Cristo y Jesucristo es el Salvador del cuerpo."  "Así como la iglesia obedece a Cristo, también la esposa debe obedecer en todo a su esposo."  "Esposos, amen a su esposa así como Jesucristo amó a la iglesia y entregó su vida por ella."  Jesucristo murió para hacer que la iglesia fuera santa. La purificó con la enseñanza de las buenas noticias y con el agua  para presentársela a sí mismo como una novia, llena de esplendor y belleza. Cristo murió para que la iglesia fuera pura, sin mancha, ni arruga, ni nada semejante.  "El esposo debe amar a su esposa así como ama a su propio cuerpo; el que ama a su esposa, se ama a sí mismo porque nadie odia a su propio cuerpo. Todo lo contrario, lo alimenta y lo cuida, así como Cristo cuida a la iglesia  porque formamos parte de su cuerpo.  Así dice la Escritura: El hombre dejará a su papá y a su mamá para unirse a su esposa y los dos serán un solo cuerpo.  Este es un misterio muy grande porque tiene que ver con Cristo y la iglesia.  En todo caso, cada uno de ustedes ame a su mujer como a sí mismo, y la mujer respete a su marido.

Jesús respondió: -Seguramente han leído que cuando Dios hizo al mundo, 'hizo al hombre y a la mujer.  Y dijo: Por esta razón el hombre dejará a su papá y a su mamá. Se unirá a su esposa, y los dos serán un solo ser.  Como consecuencia, ellos ya no son dos, sino uno solo. Por esto, nadie debe separar lo que Dios ha unido.  Ellos le preguntaron: -¿Entonces por qué Moisés permitió al hombre divorciarse de su esposa firmando un certificado de divorcio? Jesús les dijo: -Moisés escribió ese mandamiento porque ustedes no quisieron aceptar lo que Dios quería. Pero en el principio Dios no permitió el divorcio. "Entonces les digo que si un hombre se divorcia de su esposa y se casa con otra mujer, es culpable de cometer adulterio. La única razón para que un hombre se divorcie y se case de nuevo es que su esposa tenga relaciones sexuales con otro hombre."  Luego sus seguidores le dijeron: -Si así es la situación entre marido y mujer, entonces es mejor no casarse.  Jesús les dijo: -No todos aceptan esta enseñanza, sino aquellos a quienes Dios ha permitido entenderla.  Hay hombres que no pueden casarse porque nacieron sin poder tener hijos. Otros no se pueden casar porque otras personas han hecho que ellos no puedan tener hijos. Finalmente hay hombres que deciden no casarse para dedicarse al reino de Dios. El que pueda casarse debe aceptar esta enseñanza sobre el matrimonio.

Porque el esposo que no es creyente se hace santo por la unión con su esposa creyente, y la esposa que no es creyente se hace santa por la unión con su esposo creyente. Si esto no fuera cierto, entonces sus hijos serían impuros, pero ahora ellos son santos.




DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS

Guardo diligentemente mi espíritu para seguir siendo fiel a mi cónyuge.  Dios nos ha hecho una sola carne y producimos una descendencia santa para Dios.  Nuestros hijos caminan en santidad delante del Señor Jesus.  No voy a traer desgracia a mi vida al ser violento con mi cónyuge ni tampoco usare el divorcio como una solución para reconciliar las diferencias.  Guardo estos principios como algo sagrado y me guardo diligentemente en mi espíritu para que no se rompa la fe.


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.