Lucas 14:26-35; Mateo 5:13; 10:37-39; 16:24; 19:27; Marcos 8:34; Lucas 9:23; 2 Timoteo 3:12; Proverbios 24:27; Hebreos 10:23, 35; 11:1
Si alguien viene a mí pero pone en primer lugar a su
papá, a su mamá, a su esposa, a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, no puede
ser mi seguidor. El que me siga tiene que entregar hasta su propia vida. Si alguien no carga la cruz que se le entrega
al seguirme, entonces no puede ser mi seguidor.
Cuando alguien va a construir una torre, se sienta primero a hacer un
plan, ¿verdad? Tiene que ver si tiene el dinero para hacer el trabajo. Si no hace primero un plan, empezará a
construir el edificio pero no lo podrá terminar y todos se burlarán de él. Dirán: 'Ese hombre empezó a construir el
edificio, pero no fue capaz de terminarlo'.
O si un rey va a hacer una guerra contra otro, primero se sienta a hacer
planes, ¿verdad? Si sólo tiene diez mil soldados hará planes para ver si puede
derrotar al otro que tiene veinte mil soldados.
Si no le es posible derrotar al enemigo, mandará a alguien para hacer la
paz. Es lo mismo con cada uno de
ustedes, ¿son ustedes capaces de hacer lo necesario para seguirme? Si no dejan
todo lo que tienen, no pueden ser mis seguidores. La sal es buena, pero si pierde su sabor, no
puedes hacer que sea salada de nuevo. Ya
no sirve para nada, ni para la tierra ni para abono. Hay que tirarla. ¡Oigan
bien lo que les digo!
Ustedes son la sal de la tierra, pero si la sal pierde
su sabor, ¿cómo podría volver a ser salada? Ya no sirve para nada sino para ser
tirada y pisada por la gente.
Cualquiera que ama a su papá o a su mamá más que a mí,
no es digno de mí. El que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno
de mí. El que no acepta la cruz que se
le da al seguirme, no merece ser de los míos.
El que se aferra a su vida, la perderá; pero el que dé su vida por mí,
la encontrará.
Entonces Jesús les dijo a sus seguidores: -Si alguien
quiere ser mi seguidor, tiene que renunciar a sí mismo, aceptar la cruz que se
le da y seguirme.
Entonces Pedro le dijo: -Nosotros dejamos todo para
seguirte, ¿verdad?; entonces, ¿qué tendremos?
Luego, Jesús llamó a la gente y a sus seguidores y les
dijo: -Si alguien quiere ser mi seguidor, tiene que renunciar a sí mismo,
aceptar la cruz que se le da y seguirme.
Después Jesús les dijo a todos: -Si alguien quiere ser
mi seguidor, tiene que renunciar a sí mismo, aceptar la cruz que se le da cada
día y seguirme.
Pues todo el que pertenezca a Jesucristo y quiera
vivir dedicado a Dios será perseguido.
La sabiduría no está al alcance del insensato; cuando
se discuten asuntos importantes no tiene
nada qué decir.
Mantengámonos firmes en nuestra esperanza porque Dios
cumplirá lo que prometió. No dejemos nunca de hablarles a los demás de nuestra
fe.
Soportaron con alegría cuando les quitaron sus
propiedades. Siguieron felices porque sabían que poseían algo mucho mejor, algo
que dura para siempre.
Así que no pierdan la valentía que tenían antes, pues
tendrán una gran recompensa. Tengan paciencia y hagan la voluntad de Dios
para que reciban lo prometido. Dentro de poco: El que va a venir, vendrá. No
tarda. El que está bien conmigo, vivirá
porque tiene fe; pero no me agradará si por temor se vuelve atrás. Pero nosotros no somos de los cobardes que se
regresan y que se pierden, sino de los que se salvan por su fe." Ahora bien, tener fe es estar seguro de aquello
que esperamos; es creer en algo que no vemos.
DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.
He tomado mi decisión de seguir al Señor Jesús, no
importa lo que cueste. Él es mi primer amor y no importa que deje o quien me
abandona - no importa lo que piensen o
lo que se dice de mi - me quedaré con El. Incluso si mi propia vida estaba en
peligro a causa de mi amor por El, no dejaría de seguir a su lado.
No he considerado todos los costos posibles para seguir
al Señor y he optado por hacerlo sin reservas. He tomado mi lugar a su lado y
no cederé ni una pulgada. Todo lo que tengo y todo lo que soy son suyos con
sólo pedirlo. Yo soy la sal de la tierra - la sal que trae la bondad de Dios a todos
los elementos de mi entorno. No voy a perder mi sazón, dando mi vida al mundo y haciendo a un lado los
principios del reino de Dios.
Esta, a mi declaración, me mantendré y continuare como
un discípulo del Señor Jesus! Hablando de El siempre.
Si no has recibido a Jesús tú Señor, te invito a hacer la siguiente oración creyendo en tu corazón y Jesucristo
será tu Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el
nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del
Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y
creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos
2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a
morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que
si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas
11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que
Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos.
Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste
y por ser el Señor de mi vida. Amén.
Si tus has hecho
esta oración escríbeme o esta Palabra te bendice favor de hacérmelo saber.
Nota:
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