domingo, 17 de junio de 2012

He decidido dejar todo por el Señor Jesús.


Lucas 14:26-35; Mateo 5:13; 10:37-39; 16:24; 19:27; Marcos 8:34; Lucas 9:23; 2 Timoteo 3:12; Proverbios 24:27; Hebreos 10:23, 35; 11:1


Si alguien viene a mí pero pone en primer lugar a su papá, a su mamá, a su esposa, a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, no puede ser mi seguidor. El que me siga tiene que entregar hasta su propia vida.  Si alguien no carga la cruz que se le entrega al seguirme, entonces no puede ser mi seguidor.  Cuando alguien va a construir una torre, se sienta primero a hacer un plan, ¿verdad? Tiene que ver si tiene el dinero para hacer el trabajo.  Si no hace primero un plan, empezará a construir el edificio pero no lo podrá terminar y todos se burlarán de él.  Dirán: 'Ese hombre empezó a construir el edificio, pero no fue capaz de terminarlo'.  O si un rey va a hacer una guerra contra otro, primero se sienta a hacer planes, ¿verdad? Si sólo tiene diez mil soldados hará planes para ver si puede derrotar al otro que tiene veinte mil soldados.  Si no le es posible derrotar al enemigo, mandará a alguien para hacer la paz.  Es lo mismo con cada uno de ustedes, ¿son ustedes capaces de hacer lo necesario para seguirme? Si no dejan todo lo que tienen, no pueden ser mis seguidores.  La sal es buena, pero si pierde su sabor, no puedes hacer que sea salada de nuevo.  Ya no sirve para nada, ni para la tierra ni para abono. Hay que tirarla. ¡Oigan bien lo que les digo! 


Ustedes son la sal de la tierra, pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo podría volver a ser salada? Ya no sirve para nada sino para ser tirada y pisada por la gente.

Cualquiera que ama a su papá o a su mamá más que a mí, no es digno de mí. El que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí.  El que no acepta la cruz que se le da al seguirme, no merece ser de los míos.  El que se aferra a su vida, la perderá; pero el que dé su vida por mí, la encontrará. 

Entonces Jesús les dijo a sus seguidores: -Si alguien quiere ser mi seguidor, tiene que renunciar a sí mismo, aceptar la cruz que se le da y seguirme.

Entonces Pedro le dijo: -Nosotros dejamos todo para seguirte, ¿verdad?; entonces, ¿qué tendremos?

Luego, Jesús llamó a la gente y a sus seguidores y les dijo: -Si alguien quiere ser mi seguidor, tiene que renunciar a sí mismo, aceptar la cruz que se le da y seguirme.

Después Jesús les dijo a todos: -Si alguien quiere ser mi seguidor, tiene que renunciar a sí mismo, aceptar la cruz que se le da cada día y seguirme.

Pues todo el que pertenezca a Jesucristo y quiera vivir dedicado a Dios será perseguido.

La sabiduría no está al alcance del insensato; cuando se discuten asuntos  importantes no tiene nada qué decir.

Mantengámonos firmes en nuestra esperanza porque Dios cumplirá lo que prometió. No dejemos nunca de hablarles a los demás de nuestra fe.

Soportaron con alegría cuando les quitaron sus propiedades. Siguieron felices porque sabían que poseían algo mucho mejor, algo que dura para siempre.  
Así que no pierdan la valentía que tenían antes, pues tendrán una gran  recompensa.  Tengan paciencia y hagan la voluntad de Dios para que reciban lo prometido. Dentro de poco: El que va a venir, vendrá. No tarda.  El que está bien conmigo, vivirá porque tiene fe; pero no me agradará si por temor se vuelve atrás.  Pero nosotros no somos de los cobardes que se regresan y que se pierden, sino de los que se salvan por su fe."  Ahora bien, tener fe es estar seguro de aquello que esperamos; es creer en algo que no vemos.

DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.


He tomado mi decisión de seguir al Señor Jesús, no importa lo que cueste. Él es mi primer amor y no importa que deje o quien me abandona - no importa lo que piensen  o lo que se dice de mi - me quedaré con El. Incluso si mi propia vida estaba en peligro a causa de mi amor por El, no dejaría de seguir a su lado.
No he considerado todos los costos posibles para seguir al Señor y he optado por hacerlo sin reservas. He tomado mi lugar a su lado y no cederé ni una pulgada. Todo lo que tengo y todo lo que soy son suyos con sólo pedirlo. Yo soy la sal de la tierra  - la sal que trae la bondad de Dios a todos los elementos de mi entorno. No voy a perder mi sazón, dando mi  vida al mundo y haciendo a un lado los principios del reino de Dios.
Esta, a mi declaración, me mantendré y continuare como un discípulo del Señor Jesus! Hablando de El siempre.


Si no has recibido a  Jesús tú Señor, te invito a  hacer  la siguiente oración creyendo en tu corazón y Jesucristo será tu Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme o esta Palabra te bendice favor de hacérmelo saber.

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