domingo, 30 de octubre de 2011

Los que hablan en lenguas glorifican al Señor Jesús mi Dios.

Hechos 10:43-46; Hebreos 8:6, 10:14-17; Tito 3:5; Hechos 2:38-39
De este dan testimonio todos los profetas,  que todos los que en él crean recibirán perdón de pecados por su nombre. Mientras aún hablaba Pedro estas palabras,  el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso.  Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramara  el don del Espíritu Santo,  porque los oían que hablaban en lenguas y que glorificaban a Dios.

Pero ahora tanto mejor  ministerio es el suyo,  cuanto es mediador de un mejor pacto,  establecido sobre mejores promesas.

Y así,  con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. El Espíritu Santo nos atestigua lo mismo,  porque después de haber dicho: "Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días,  dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré",  añade: "Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones"

Nos salvó,  no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho,  sino por su misericordia,  por el lavamiento de la regeneración  y por la renovación  en el Espíritu Santo,

Por medio de estas cosas nos ha dado preciosas y grandísimas promesas,  para que por ellas lleguéis a ser participantes de la naturaleza divina,  habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de las pasiones.

Pedro les dijo: Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo  para perdón de los pecados,  y recibiréis el don del Espíritu Santo,  porque para vosotros es la promesa,  y para vuestros hijos,  y para todos los que están lejos;  para cuantos el Señor nuestro Dios llame.


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS


Todos los profetas desde los antiguos hasta los contemporáneos, dan testimonio de que he recibido el perdón de todos mis pecados por medio del Señor Jesús.  He sido renovado y regenerado a través de la Palabra de Dios y he recibido el don prometido del Espíritu Santo.  Él es quien me da esta habilidad de libremente alabar y magnificar a Dios, sin restricciones, y hablar en un idioma celestial que nunca había aprendido.


Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan
3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv