domingo, 23 de enero de 2011

Entiendo y Conozco A Jehová

Jeremías 9:23-24
Así ha dicho Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas.
Mas alábese en esto el que haya de alabarse: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra, porque estas cosas me agradan, dice Jehová.

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.


No tomo en cuenta mi sabiduría mundana,  ni mi capacidad, ni la fuerza de mi propio brazo o la abundancia de mis riquezas. Toda mi confianza está en el Señor Jesús, porque Él es quien me ha hecho quien soy, sin Él no tengo ningún valor, ni importancia. En esto me voy a gloriar: en que yo conozca y entienda quien es el Señor Jesús mi Dios, el Creador de todas las cosas, y que hoy se ha convertido en mi Padre Celestial. Su Palabra me enseña de Su amor, de Su bondad,  Su misericordia hacia mí, y en Su rectitud y Justicia que se muestran en toda la tierra.

Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén