martes, 7 de diciembre de 2010

Dios Me Dio Vida Con Jesús.

EFESIOS 2:4-10 (RV1960)
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su mucho amor con que nos amó,    Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo; por gracia sois salvos;    Y juntamente nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los cielos con Cristo Jesús,    Para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.   Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros,  pues es don de Dios:    No por obras, para que nadie se gloríe.     Porque somos hechura suya, criados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas.

DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.


Debido al gran amor que Jesús tiene por mí, Dios, que es rico en misericordia, me dio vida con Cristo, a pesar de que estaba muerto en delitos y pecados. Es por Su gracia (favor inmerecido) que soy salvo.   Y Dios me ha levantado y me ha sentado juntamente con Jesús en los lugares celestiales, de modo que a partir de ahora hasta la eternidad me puede mostrar el resultado de las abundantes riquezas de su gracia, expresado en su bondad hacia mí en Cristo Jesús, mi Señor.   Es por la gracia que he sido salvado mediante la fe, y esto no lo he logrado a través de mi propio esfuerzo y no puedo obtenerla o incluso mantenerla, pues es don de Dios para mí.  Esta salvación no viene a mí por las obras, por la penitencia, o por cualquier otra cosa que puedo hacer sino que es un regalo de Dios y yo solo la recibo.   Por lo tanto, no puedo de ninguna manera presumir de lo que he hecho para ganarme el favor de Dios y Su amor.  Todo esto me ha sido dado como un regalo sólo por la  gracia de Dios.   Soy hechura de Dios, recreado en Cristo Jesús para tener la capacidad de hacer las obras que Él ha predestinado que debo hacer. Dios tiene un plan para mi vida y me ha situado en un camino preestablecido, que me lleva a mi destino en Jesús.


Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.