Lucas 8: 24-25; Efesios 1:17-23
· Y llegándose a él, le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Y despertado él, increpó al viento y a la furia del agua; y cesaron, y fue hecha grande bonanza. Y les dijo: ¿Qué es de vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, diciendo los unos a los otros: ¿Quién es éste, que aun a los vientos y al agua manda, y le obedecen?
· Que el Dios del Señor nuestro, Jesús, el Cristo, el Padre de gloria, os dé Espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él; alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál sea la esperanza de su llamado, y cuáles sean las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál sea aquella supereminente grandeza de su potencia en nosotros los que creemos, por la operación de la potencia de su fortaleza, la cual obró en el Cristo, resucitándole de los muertos, y colocándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y potestad, y potencia, y señorío, y todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino aun en el venidero: y sujetándole todas las cosas debajo de sus pies, y poniéndolo por cabeza sobre todas las cosas a la Iglesia, la cual es su cuerpo, y él es la plenitud de ella: el cual llena todas las cosas en todos.
DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS
Soy un hombre de fe. Rechazo todo temor y ansiedad en mi vida, echando todo sobre los hombros de Aquel que lleva mi carga, El Señor Jesús. El miedo no me paraliza en ninguna circunstancia. Tengo la Palabra del Dios Vivo y Todopoderoso en mis labios que me cubre y protege en cualquier situación. Uso mi fe a cada momento, cada día, creyendo. Le hablo al problema, le mando a la circunstancia que se ponga en sintonía con la perfecta voluntad de Dios. Soy un vencedor, no una víctima, y estoy al mando de cualquier situación ya que Jesús está conmigo y Su Perfecta Voluntad se cumple en mí!!
Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él, porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo, Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.
Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).