viernes, 28 de octubre de 2011

La Gloria del Señor Jesús está en los que creen en El.


 
Romanos 8:18-19; Efesios 3:14-16: Mateo 5:10-16; 2 Corintios 4:17; 2 Pedro 3:13
Tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse, porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.

Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo (de quien toma nombre  toda familia  en los cielos y en la tierra),  para que os dé,  conforme a las riquezas de su gloria,  el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu

Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia,   porque de ellos es el reino de los cielos.  Bienaventurados seréis cuando por mi causa os insulten,  os persigan y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.  "Gozaos y alegraos,  porque vuestra recompensa  es grande en los cielos,  pues así persiguieron a los profetas que vivieron antes de vosotros.   "Vosotros sois la sal de la tierra;  pero si la sal pierde su sabor,  ¿con qué será salada?  No sirve más para nada,  sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres.  "Vosotros sois la luz del mundo;  una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.  Ni se enciende una luz  y se pone debajo de una vasija,  sino sobre el candelero para que alumbre a todos los que están en casa.   Así alumbre vuestra luz delante de los hombres,  para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Pues esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria

Pero nosotros esperamos,  según sus promesas,  cielos nuevos y tierra nueva,  en los cuales mora la justicia.


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS


No importa  las pruebas por las  que esté pasando ahora, porque sé que en el Señor Jesús siempre saldré  victorioso y que con el tiempo la gloria de Dios se manifestara en mí y todos lo verán.  Incluso la creación misma espera con ansiedad  la manifestación de los hijos e hijas de Dios.  Estoy decidido a reflejar la gloria de Dios aquí en la tierra porque para eso fui creado.


Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan
3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv