martes, 17 de mayo de 2011

Guardaré El Camino De Jesús.

Job 23: 10-12; Santiago 1:12 SRV2004
·       Mas él conoce el camino donde voy: Me probará, y saldré como oro. Mis pies han seguido sus pisadas; Guardé su camino, y no me aparté. Del mandamiento de sus labios nunca me separé; Guardé las palabras de su boca más que mi comida.
·       Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando hubiere sido probado, recibirá la corona de vida, que el Señor ha prometido a los que le aman.


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS


Mi padre Celestial conoce todos mis caminos y las elecciones que hago. Cuando el Padre Celestial prueba mi fe, salgo como el oro y oro refinado porque mi fe ha pasado por el fuego del cielo y el Señor Jesús me ha dado el poder de vencer. Mis pies siguen de cerca el camino que el Señor Jesús ha puesto delante de mí y voy a seguirlo sin falta. No me apartaré de las órdenes de mi Maestro. Valoro Sus Palabras dentro de mí más que la comida de cada día.



Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.