lunes, 2 de enero de 2012

La sabiduría que me fortalece viene de mi Señor Jesús, mi Dios.


La sabiduría que me fortalece viene de mi Señor Jesús, mi Dios.

Hosanna en las Alturas, Jesús es el Señor  


Proverbios 25:5-6; 1:7; Hechos 6:5-8; Efesios 1:17-23; 6:10; Proverbios 15:22; Lucas 14:31 


La sabiduría fortalece al hombre, y el conocimiento aumenta su poder. La guerra se libra con buena estrategia; con muchos consejeros se logra la victoria.

El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.

A todo el grupo le gustó la idea. Entonces escogieron a estos siete hombres: Esteban, hombre de mucha fe y lleno del Espíritu Santo, Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, uno de Antioquía que se había convertido en judío. Ellos les presentaron los siete hombres a los apóstoles, quienes oraron por los recién escogidos y les impusieron las manos.  La palabra de Dios se difundía más y más. El grupo de seguidores en Jerusalén crecía muchísimo, y hasta un gran número de sacerdotes obedeció el mensaje de fe. Esteban, lleno del poder y la bendición de Dios, hacía grandes señales milagrosas entre el pueblo.

Ruego que Dios, el Padre glorioso de nuestro Señor Jesucristo, les dé el Espíritu, fuente de sabiduría, para que entiendan los secretos de Dios y lleguen a conocerlo verdaderamente.  Pido que Dios los ilumine con entendimiento para que vean su verdad y sepan lo que tiene preparado para sus escogidos. Entonces podrán participar de las ricas y abundantes bendiciones que él ha prometido a su pueblo santo. Verán también lo grande que es el poder que Dios da a los que creen en él. Es el mismo gran poder con el que Dios resucitó a Cristo de entre los muertos y le dio el derecho de sentarse a su lado en el cielo. Dios ha puesto a Cristo por encima de cualquier autoridad, poder, gobierno o dominio, tanto de este mundo como del que está por venir. Dios puso todo bajo el mando de Cristo y lo escogió como máxima autoridad de todo para bien de la iglesia.  Cristo llena todo con su presencia, y en la iglesia se muestra todo lo que él es.

Finalmente, confíen en el gran poder del Señor para fortalecerse.

Los planes fracasan cuando no se consultan, pero tienen éxito cuando se pide consejo a los que saben.

O si un rey va a hacer una guerra contra otro, primero se sienta a hacer planes, ¿verdad? Si sólo tiene diez mil soldados hará planes para ver si puede derrotar al otro que tiene veinte mil soldados.


 DECLARACION DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS.

Soy un hombre que tengo un poder extraordinario y milagros0 - el poder lleno de la sabiduría de los siglos que proviene del Espíritu de Dios, de mi Señor Jesus que mora en mi – Él es quien aumenta mi fuerza.  Abrazo el consejo de muchos asesores sabios y santos que me guían en la batalla y aseguro mi victoria.  Mi victoria esta en Jesús.


Si no has recibido a  Jesús tú Señor simplemente has la siguiente oración creyendo en tu corazón y Cristo será su Salvador:
Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús. Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9). Dijiste que sería salvo cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).
Confío en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por 0darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.

Si tus has hecho esta oración escríbeme a la siguiente dirección: enriqueibarra.@integra.com.sv