sábado, 16 de abril de 2011

Quiero Ser Discípulo De Jesús


Lucas 9:23-26
Dirigiéndose a todos,  declaró: Si alguien quiere ser mi discípulo,  que se niegue a sí mismo,  lleve su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida,  la perderá;  pero el que pierda su vida por mi causa,  la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se destruye a sí mismo? Si alguien se avergüenza de mí y de mis palabras,  el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en su gloria y en la gloria del Padre y de los santos ángeles.


DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS

He decidido tomar mi lugar al lado Jesús. Pongo a un lado mis propios intereses y pongo Sus intereses en primer lugar en mi vida. Sigo todos Sus pasos e imito Sus acciones. Vivo cada día siguiendo Su ejemplo, sin importar las consecuencias, de lo que la gente hable de mí o lo que me hagan. No me ajusto a la imagen del mundo, sino que me transformo a la imagen de Cristo. He tomado mi posición con Jesús, y Él ha tomado Su lugar conmigo. Amén, y Amén.

Leer fonéticamente

Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.