miércoles, 10 de agosto de 2011

El Señor Jesús me ha bendecido en la tierra que Dios nos ha dado


 
Deuteronomio 15:4-6; 2 Corintios 8:9; Salmo 37:25; Filipenses 4:19; Deuteronomio 28:12-14

 A pesar de esto, no habrá nadie necesitado entre ustedes; porque YAHWEH de cierto los bendecirá en La Tierra cual YAHWEH su Dios les está dando como herencia para poseer -si sólo ustedes escuchan cuidadosamente a lo que YAHWEH su Elohim dice y tienen cuidado de obedecer todos estos mandamientos que yo les estoy dando hoy.  Sí, YAHWEH su Elohim los bendecirá como El prometió – ustedes prestarán dinero a muchas naciones sin tener que pedir prestado, y ustedes reinarán sobre muchas naciones sin que ellas reinen sobre ustedes.

Porque conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, por amor de vosotros se hizo pobre, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.

Yo he sido joven y he envejecido; pero no he visto a un justo desamparado, ni a sus descendientes mendigando pan.

Mi Dios, pues, suplirá toda necesidad vuestra, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

Él te abrirá su buen tesoro, los cielos, para dar lluvia a tu tierra en su tiempo y para bendecir toda la obra de tus manos. Tú darás prestado a muchas naciones, pero tú no pedirás prestado.  Si obedeces los mandamientos de Jehovah tu Dios que yo te mando hoy para que los guardes y cumplas, Jehovah te pondrá como cabeza y no como cola. Estarás encima, nunca debajo.  No os apartéis de todas las palabras que yo os mando hoy, ni a la derecha ni a la izquierda, para ir tras otros dioses a fin de rendirles culto.

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS

No hay pobres en la familia de Dios. Fui pobre, pero hoy el Señor Jesús vive en mí. Y mi Padre Celestial me ha bendecido y me ha dado una herencia para que la posea ahora en esta vida.  Es una provisión que siempre está presente a la que puedo recurrir en momentos de necesidad.  Soy muy cuidadoso de guardar, y mantener todos los estatutos de mi Padre Celestial, y Él me bendice así Como lo ha prometido.  Le presto a muchos,  mas no pido prestado a nadie.  No seré esclavo de un prestamista.  No he sido llamado a estar en esclavitud, sino a ser cabeza.  Mi Padre Celestial lo ha ordenado así, soy cabeza, y no la cola, siempre estoy por encima y no debajo.

Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.