domingo, 1 de mayo de 2011

Lo Grande En Mi Es El Amor


 1 Corintios 13:13 RV95; Gálatas 5:5-6 NVI
·         Ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor
·         Nosotros,  en cambio,  por obra del Espíritu y mediante la fe,  aguardamos con ansias la justicia que es nuestra esperanza. En Cristo Jesús de nada vale estar o no estar circuncidados;  lo que vale es la fe que actúa mediante el amor.

DECLARACIÓN DE FE DE ACUERDO A LA PALABRA DE DIOS

Estas tres cosas siguen conmigo: la fe, la esperanza y el amor. Pero el amor es el punto de partida de toda mi fe (confianza en la Palabra de Dios)  y de la esperanza. Ambas, mi esperanza y mi confianza en la Palabra de Dios funcionan por el Amor que es Jesús en mí.  Mi fe y El Espíritu Santo me guían y es por eso que pacientemente espero con ansias lo que creo porque sé que la justicia de Dios obra en mi  perfectamente.  Estoy usando mi fe, que es la confianza total en Su Palabra y todas mis acciones y palabras son realizadas a través del amor.

Leer fonéticamente

Si tú no has hecho a Jesús tú Señor y Salvador te invito a que te rindas a Él,  porque Él pagó un precio alto por ti en la cruz del calvario, recíbelo,  Él ha resucitado y quiere hacer morada en tu corazón.

Declare esta oración con fe y Jesús hará morada en ti hoy y será tu Señor:

Padre Celestial, vengo a ti en el nombre de Jesús.  Tu Palabra dice: «Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo» y «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo» (Hechos 2:21; Romanos 10:9).

 Señor, tu dijiste que cuando el Espíritu Santo venga a morar en mí y me haga nacer de nuevo (Juan 3:5-6, 15-16; Romanos 8:9-11), y que si te lo pido, seré lleno del Espíritu Santo y podré hablar en otras lenguas (Lucas 11:13; Hechos 2:4).  Creo en tu Palabra. Confieso que Jesús es el Señor y creo en mi corazón que lo resucitaste de entre los muertos. Gracias por entrar a mi corazón, por darme tu Santo Espíritu como lo prometiste y por ser el Señor de mi vida. Amén.